jueves, 20 de octubre de 2016

La ESA espera información para saber qué pasó con Schiaparelli

La Agencia Espacial Europea (ESA) espera a recibir datos del satélite MRO de la agencia estadounidense NASA para saber qué ha ocurrido con el módulo Schiaparelli del que perdió la señal 30 segundos antes de que tocara la superficie de Marte.
La ESA informó este miércoles, desde su centro de control de operaciones en Darmstadt (Alemania), que recibió la señal del radio telescopio en Pune (India) que indica que el módulo Schiaparelli ha descendido por la atmósfera de Marte pero que la ha perdido en los últimos momentos, que son los más complejos porque pueden haber tormentas de polvo.

Paolo Ferri, director de vuelo de la ESA, aseguró que en esa primera señal se ha podido ver el inicio del descenso, la separación del escudo frontal y del paracaídas. Después la señal se perdió y no se sabe todavía si se ha producido el aterrizaje sobre Marte.
Juan Miró, director adjunto del Centro Europeo de Operaciones Espaciales (ESOC), dijo a EFE que han llegado datos del satélite Mars Express, que también orbita Marte y ha grabado la secuencia de descenso. Con estos datos "se ha reconstruido la secuencia de descenso hasta que se ha desprendido del paracaídas y de la protección térmica pero a partir de ahí no se sabe qué ha pasado", según Miró.
En cuanto a la misión el objetivo de Schiaparelli, que se separó el domingo del orbitador Gas Trace Orbiter (TGO) a una distancia de 900.000 kilómetros del planeta rojo, será descifrar si hay o hubo vida de tipo bacteriano en Marte, que en su origen tenía condiciones similares a las de la Tierra.

EE. UU. dará 'el gran salto' a Marte en el 2030: Obama

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, afirmó este martes que su país va por “el camino correcto para lograr la meta, con la cooperación entre el Gobierno y los innovadores privados, de enviar humanos a Marte en la década de 2030”, según dijo en una nota que escribió para la cadena de noticias CNN.
En el 2010, pocos meses después de su llegada a la Casa Blanca, Obama describió sus objetivos para la exploración espacial durante un discurso en el Centro Espacial Kennedy, en la Florida, donde predijo que Estados Unidos podrá enviar humanos en un viaje de ida y vuelta al planeta rojo a comienzos de la década del 2030.

Ahora, en un artículo titulado ‘Estados Unidos dará el gran salto a Marte’, Obama contó que mantiene la misma sensación de asombro ante la exploración espacial que tenía de niño, y dice que representa una parte esencial del carácter estadounidense: “La innovación y el ingenio, empujando los límites de lo que es posible, y hacerlo antes que nadie. Llegar a Marte exigirá cooperación continua entre el Gobierno e innovadores privados, y ya estamos en el camino correcto. Dentro de los próximos dos años, empresas privadas enviarán por primera vez astronautas a la Estación Espacial Internacional (EEI)”, aseguró el mandatario. (Lea también: Quienes viajen a Marte podrían sufrir daño cerebral)
Obama adelantó además que EE. UU. ya está trabajando con socios comerciales para “construir nuevos hábitats que puedan mantener y transportar astronautas en misiones de larga duración en el espacio profundo. Estas misiones nos enseñarán cómo los humanos pueden vivir lejos de la Tierra, algo que necesitaremos para el largo viaje a Marte”, agregó.
Al respecto, la Casa Blanca precisó que seis compañías, entre ellas Boeing y Lockheed Martin, fueron seleccionadas este verano para construir prototipos de módulos de habitación más allá de los alrededores cercanos a la Tierra, donde orbita la Estación Espacial Internacional. Las compañías 

Es un misterio la suerte de Schiaparelli en Marte

La Agencia Espacial Europea (ESA) todavía no sabe si el módulo de aterrizaje Schiaparelli sobrevivió o no al aterrizaje en Marte e intenta restablecer la comunicación, aunque tiene los datos que transmitió durante su descenso y las pruebas de demostración tecnológica.
Si bien, en una rueda de prensa desde su centro de control de operaciones en Darmstadt (Alemania), el director general de la ESA, Jan Wörner, se mostró este jueves muy satisfecho con los resultados obtenidos hasta ahora por la misión, el módulo de aterrizaje Schiaparelli no se comportó como esperaban en la parte final del descenso sobre el planeta rojo y se perdió su señal. Aunque para determinar qué pasó tienen que seguir analizando los datos.



Para la ESA que el módulo no frenara lo suficiente como para realizar un aterrizaje suave sobre la superficie de Marte es una posibilidad que "no podemos excluir", según el director de la división de misiones solares y planetarias de la ESA, Andrea Accomazzo. El experto explicó que "va a llevar más tiempo ver la imagen completa de la secuencia de descenso" del módulo, que entró en la parte alta de la atmósfera de Marte, despegó el paracaídas que llevaba para frenar su velocidad, se separó del escudo frontal pero no se desprendió del paracaídas como se esperaba y los motores de frenado sólo funcionaron unos tres o cuatro segundos.

Los primeros humanos en Marte podrían viajar en estado de hibernación

Seis astronautas descansan sin movimiento en una fila de compartimientos con cables médicos de monitoreo conectados a sus cuerpos, mientras su nave espacial atraviesa la oscuridad silenciosa que separa a la Tierra de Marte. Están profundamente dormidos y lo estarán durante su viaje de seis meses. Están hibernando en un estado artificialmente inducido llamado torpor.
Esta es la forma en la que un estudio financiado por la NASA ve a los exploradores espaciales viajando a Marte; inconscientes, con su metabolismo modificado para ser más lento.
Enviar astronautas al espacio exterior sería demasiado difícil, costoso y agotador sin esto, dice el ingeniero espacial John Bradford, cuya empresa de Atlanta, SpaceWorks, escribió el estudio, para la NASA.
"A final de cuentas, es lo que tendremos que hacer”, dice.
La ciencia ficción se vuelve realidadLa nave espacial con tripulaciones en hibernación ha estado presente en películas futuristas de ciencia ficción como Avatar, Alien, Pandorum y 2001: Odisea en el espacio, durante décadas.
Ahora la ciencia se pone al tanto, mientras los avances médicos posibilitan la inmovilización a través de un método llamado hipotermia terapéutica.
Es utilizado desde principios de la década de 2000 para tratar a pacientes con lesiones traumáticas. El corredor de Fórmula Uno, Michael Schumacher, quien tuvo una lesión cerebral mientras esquiaba, fue puesto en hipotermia terapéutica, según reportes.
Se pone inconsciente al paciente al bajar la temperatura corporal. En el caso de Schumacher, también previno que su cerebro se hinchara. La estasis torpor, que reduce el metabolismo, puede ayudar a los pacientes lesionados a sobrevivir más tiempo, mientras que los equipos médicos trabajan para rescatarlos, dice Bradford.
Pero los médicos normalmente lo inducen solo durante tres o cuatro días a la vez, no los 180 días que se necesitarían para que los astronautas llegaran a Marte, ni los 180 que tomaría que regresaran a la Tierra.
"Puede tomar algo de tiempo llegar al estado de efectividad al que queremos llegar”, dice Bradford. Eso involucra pruebas en animales, después algunas pruebas extensas en humanos, quizá en la Estación Espacial Internacional. Podría tardar décadas.

domingo, 9 de octubre de 2016

Cómo aterrizar en un cometa

 Hablando en general, las misiones espaciales se ubican dentro de una de tres categorías: difíciles, más difíciles y ridículamente difíciles.
Los sobrevuelo son difíciles. Una nave espacial viaja cientos de millones de kilómetros a través del oscuro vacío del espacio, divisa un planeta o luna distante y lo sobrevuela a una velocidad que varía desde 32.190 a 48.280 kilómetros por hora (de 20.000 a 30.000 millas por hora), tomando fotografías de manera frenética durante un encuentro dolorosamente breve.
Ingresar en órbitaes más difícil. En vez de sobrevolar un objetivo, la nave espacial que se acerca a él frena y cambia su velocidad lo suficiente como para lograr girar alrededor del planeta. Un movimiento equivocado y la nave espacial vagará por la atmósfera, transformándose así en un meteoro accidental.
Pero aterrizar es ridículamente difícil. Simplemente juegue al video de la NASA llamado “Seven Minutes of Terror” (“Siete minutos de terror”, en idioma español). Observar a Curiosity (Curiosidad, en idioma español) lanzarse en un paracaídas, impulsarse hacia atrás mediante retrocohetes y concretar su camino hacia la superficie de Marte ayudándose con una grúa raramente deja de hacer poner la piel de gallina. Desde el comienzo de la Era Espacial, las agencias espaciales de la Tierra han tenido éxito en aterrizar solamente en seis cuerpos del universo: Venus, Marte, la Luna, Titán y los asteroides 433 Eros e Itokawa.
Rosetta dejará caer el módulo de descenso Philae desde una altura de 22 kilómetros a medida que el cometa rote libremente debajo de él. No habrá un direccionamiento activo durante el lento descenso.
“A diferencia de los anteriores aterrizajes, donde ya se había hecho un reconocimiento (en Marte, por ejemplo, confeccionamos mapas del planeta con bastante anticipación), Rosetta apenas comenzó a conocer su objetivo hace un par de meses”, explica Claudia Alexander, una científica de proyecto para el Proyecto Rosetta Estadounidense. “Esto presenta un riesgo mucho mayor”.
Rosetta llegó a 67P el 6 de agosto de 2014. Lo que descubrió fue impactante. El núcleo del cometa tiene una forma extraña (un observador lo comparó con un “exponente raro de circo”), está dominado por un par de áreas de un kilómetro de ancho unidas por un “cuello” con rocas. No sería fácil elegir un sitio para el aterrizaje.

El hidrógeno lunar es más abundante en las pendientes orientadas hacia el polo de la Luna

Los viajes espaciales pueden ser difíciles y caros; costaría miles de dólares lanzar una botella de agua hacia la Luna. El reciente descubrimiento de moléculas con hidrógeno, que posiblemente incluyen al agua, en la Luna ha emocionado a los exploradores porque se podría extraer estos depósitos si son lo suficientemente abundantes, ahorrando así el considerable gasto de llevar agua desde la Tierra. El agua de la Luna se podría usar para beber o sus componentes (hidrógeno y oxígeno) se podrían emplear con el fin de fabricar productos importantes en la superficie, los cuales serán necesarios para los futuros visitantes de la Luna, como el combustible para cohetes y el aire apto para respirar.

Las observaciones recientes que llevó a cabo la nave espacial denominada Orbitador de Reconocimiento Lunar (Lunar Reconnaissance Orbiter o LRO, por su sigla en idioma inglés), de la NASA, indican que estos depósitos pueden ser levemente más abundantes en las pendientes de los cráteres del hemisferio sur que están orientadas hacia el polo sur de la Luna. “Hay un promedio de aproximadamente 23 partes por millón en peso más de hidrógeno en las pendientes que están orientadas hacia el polo (Pole-Facing Slopes o PFS, por su sigla en idioma inglés) que en las que están orientadas hacia el ecuador (Equator-Facing Slopes o EFS, por su sigla en idioma inglés)”, afirmó Timothy McClanahan, del Centro Goddard para Vuelos Espaciales (Goddard Space Flight Center o GSFC, por su sigla en idioma inglés), de la NASA, ubicado en Greenbelt, Maryland.
Esta es la primera vez que se ha detectado una amplia diferencia geoquímica en la abundancia de hidrógeno entre las pendientes orientadas hacia el polo y las pendientes orientadas hacia el ecuador de la Luna. Es igual a una diferencia del uno por ciento en la señal de neutrones detectada por el instrumento denominado Detector de Neutrones en la Exploración Lunar (Lunar Exploration Neutron Detector o LEND, por su acrónimo en idioma inglés). McClanahan es el autor principal de un artículo sobre esta investigación publicada en la versión en línea de la revista Icarus el 19 de octubre.
El material que contiene hidrógeno es volátil (se evapora con facilidad) y puede encontrarse en forma de moléculas de agua (dos átomos de hidrógeno ligados a un átomo de oxígeno) o de moléculas de ión oxidrilo (un oxígeno ligado a un hidrógeno) que están poco unidas a la superficie lunar. La causa de la discrepancia entre las PFS y las EFS puede ser similar a la manera en la cual el Sol moviliza o redistribuye el agua congelada desde los lugares más templados hacia los más fríos sobre la superficie de la Tierra, según McClanahan.
“Aquí, en el hemisferio norte, si sales en un día soleado después de una nevada, verás que hay más nieve en las pendientes orientadas hacia el norte porque pierden agua a ritmos más lentos que las pendientes orientadas al sur, las cuales están más iluminadas por el Sol”, dijo McClanahan. “Pensamos que se produce un fenómeno similar con los materiales volátiles en la Luna: las pendientes orientadas hacia el polo no reciben tanta luz solar como las orientadas hacia el ecuador, así que este material que se evapora fácilmente permanece más tiempo y posiblemente se acumula en más cantidad en las pendientes orientadas hacia el polo”.

El polvo del desierto alimenta los bosques amazónicos

El desierto del Sahara es uno de los climas más inhóspitos de la Tierra. Sus áridas mesetas, sus picos rocosos y sus arenas en constante movimiento envuelven una tercera parte del norte de África, que tiene muy poca lluvia, vegetación y vida.
Mientras tanto, del otro lado del océano Atlántico, prospera el bosque lluvioso más grande del mundo. La exuberante y vibrante cuenca amazónica, situada en el noreste de América del Sur, posee una amplia red de inigualable diversidad ecológica.
Entonces, ¿qué tienen en común estos climas aparentemente tan diferentes? Están íntimamente conectados por un río de polvo atmosférico intermitente de casi 17.000 kilómetros (10.000 millas) de longitud.
Cada año, intensos vientos del Sahara envían enormes nubes de polvo en un viaje transatlántico hacia la cuenca del Amazonas. Este polvo, en gran parte originario del lecho de un antiguo lago en Chad, es rico en fósforo. Cuando llega al bosque lluvioso, los restos de los organismos del Sahara muertos hace mucho tiempo proporcionan nutrientes cruciales para la flora viva del bosque lluvioso. El fósforo, que es esencial para el crecimiento de las plantas, escasea en el Amazonas. El polvo del desierto que se deposita en el bosque cada año ayuda a reducir este déficit.
Investigadores de la NASA estudian este polvoriento vínculo entre el Amazonas y el Sahara con el propósito de entender cómo funciona y cómo puede verse afectado por el cambio climático.
“Sabemos que el polvo es muy importante en muchos aspectos complejos”, dice Hongbin Yu, un científico atmosférico de la Universidad de Maryland, quien trabaja en el Centro Goddard para Vuelos Espaciales (Goddard Space Flight Center, en idioma inglés), de la NASA, ubicado en Greenbelt, Maryland. “El polvo afecta al clima y, al mismo tiempo, el cambio climático afecta al polvo”.
“Como investigadores”, añade, “nos hacemos dos preguntas básicas: ‘¿Cuánto polvo se transporta? y ¿Cómo afecta el cambio climático a la cantidad de polvo que viaja a través del Atlántico?’”.
Los datos obtenidos mediante el satélite CALIPSO, de la NASA, el cual fue lanzado en el año 2006, pueden proporcionar las respuestas. Por primera vez, CALIPSO ha cuantificado la cantidad de polvo que realiza el viaje transcontinental; y los números son impresionantes: de las 182 millones de toneladas de polvo (o una cantidad equivalente a casi 700.000 camiones) que abandonan el Sahara cada año, 27,7 millones de toneladas, o el 15% del total, se encuentran dispersas en la cuenca del Amazonas.
CALIPSO, que es la sigla en idioma inglés de “Observaciones de nubes y aerosoles mediante los satélites LIDAR y Pathfinder con sensor infrarrojo” (Cloud-Aerosol Lidar and Infrared Pathfinder satellite observation), utiliza un telémetro láser o LIDAR para analizar la atmósfera de la Tierra y conocer de este modo la distribución vertical del polvo y de otros aerosoles. Rastrea de manera regular el penacho de polvo que viaja desde el Sahara hasta el Amazonas.
Una de las cosas que CALIPSO ha revelado es la variabilidad de la conexión, que ha cambiado hasta alcanzar un 86 por ciento entre 2007 y 2011. ¿Por qué? La respuesta podría estar en el Sahel, que es la larga franja de tierras semiáridas ubicadas en la frontera sur del Sahara. Yu y sus colegas han encontrado una conexión posible entre las lluvias en el Sahel y la cantidad de polvo que se desplaza sobre el Atlántico. Cuanto mayor es la lluvia en el Sahel, menor es el volumen de polvo.

El misterio de las “nanollamaradas”

Cuando se agrega el prefijo “nano” a algo, generalmente significa “muy pequeño”. Pero las llamaradas solares parecen ser la excepción.
Investigadores están estudiando un tipo de explosión que se produce en el Sol, llamada “nanollamarada”. Aunque son mil millones de veces menos energéticas que las llamaradas comunes, las nanollamaradas tienen un poder que se contradice con su nombre.
“Una ‘nanollamarada’ típica tiene la misma energía que 240 megatones de TNT”, dice el físico David Smith, de la Universidad de California, Santa Cruz. “Eso sería similar a 10.000 bombas de fisión atómica”.
El Sol puede pasar días, semanas o incluso meses sin producir una llamarada solar común. Las nanollamaradas, por otro lado, crepitan en el Sol casi sin parar.
“Vistas a longitudes de onda del ultravioleta extremo y de rayos X, parecen pequeños puntos luminosos en la superficie solar”, continúa Smith. “Las primeras observaciones de este fenómeno se remontan a la estación Skylab, en la década de 1970”.
El implacable crepitar de las nanollamaradas podría resolver un misterio de larga data en el campo de la física solar: ¿Qué provoca que la corona del Sol esté tan caliente?
Imagine estar parado frente a una ardiente fogata. Sienta el calor de las llamas. Ahora, retírese. ¿No siente tanto calor, verdad?
Pero así no funciona eso en el Sol. La superficie visible del Sol tiene una temperatura de 5500 °C. Apartarse un poco de la superficie debería dar cierto respiro. En cambio, la atmósfera superior del Sol, conocida como la “corona solar”, crepita a un millón de grados (una temperatura que es casi 200 veces más alta que la de la ardiente superficie que está debajo).
Durante más de medio siglo, los astrónomos han intentado descubrir qué es lo que causa que la corona esté tan caliente. Aproximadamente una vez al año, aparece un comunicado de prensa que pretende resolver el misterio; pero es refutado por otra teoría alrededor de un año más tarde. Se trata de uno de los problemas más engorrosos de la astrofísica.

Cassini, de la NASA, y VLBA, del NSF, ubican a Saturno con una impresionante precisión

Científicos han combinado la nave espacial Cassini, de la NASA, con el sistema de radiotelescopios llamado Very Long Baseline Array (VLBA, por su sigla en idioma inglés), de la Fundación Nacional de Ciencia, con el fin de ubicar la posición de Saturno y su familia de lunas con una precisión de aproximadamente 4 kilómetros (2 millas). La medición es alrededor de 50 veces más precisa que las que aportan los telescopios ópticos en tierra. Este logro mejora el conocimiento que tienen los astrónomos de la órbita de Saturno y beneficia tanto a la navegación de las naves espaciales como a las investigaciones físicas básicas.
El equipo de investigadores utilizó el VLBA (un conjunto gigante de antenas de radiotelescopios ubicadas desde Hawái hasta las Islas Vírgenes) con el fin de ubicar la posición de Cassini cuando orbitó Saturno durante la última década; y lo hizo mediante la señal enviada por el radiotransmisor de la nave espacial. Ellos combinaron estos datos con la información sobre la órbita de Cassini que proporcionó la Red del Espacio Profundo (Deep Space Network, en idioma inglés), de la NASA. Las observaciones combinadas permitieron a los científicos realizar las determinaciones más precisas que se han obtenido hasta el momento de la posición del centro de masa, o baricentro, de Saturno y de sus numerosas lunas.
El equipo que realizó el estudio incluyó a investigadores del Laboratorio de Propulsión a Chorro (Jet Propulsion Laboratory, o JPL, por su sigla en idioma inglés), de la NASA, ubicado en Pasadena, California, y del Observatorio Nacional de Radioastronomía (National Radio Astronomy Observatory, o NRAO, por su sigla en idioma inglés), situado en Socorro, Nuevo México. Hoy, los científicos presentan los resultados de su trabajo en la reunión de la Sociedad Astronómica Estadounidense (American Astronomical Society, en idioma inglés), que se llevará a cabo en Seattle.
La nueva medición se pudo concretar gracias a dos factores: la prolongada presencia de Cassini en el sistema de Saturno y la capacidad del VLBA para discernir con extremo detalle. El resultado es una tabla absolutamente mejorada de las posiciones predichas de los objetos en el sistema de Saturno, conocida como efemérides, la cual es una de las herramientas básicas de la astronomía.

Buscando garrapatas vía satélite

 Usualmente, encontrar una garrapata implica un examen personal muy aprensivo: frotar las yemas de los dedos cuidadosamente sobre todo el cuero cabelludo, rastrear meticulosamente el cuerpo y gruñir con un "uyyy" si se halla uno de los pequeños bichos que chupan la sangre.
Ahora, hay una nueva manera de hallar a estos molestos bichos que están cargados de enfermedades... ¡vía satélite!
Los estudiantes graduados de la Universidad de Alabama, en Birmingham, Nathan Renneboog y Stephen Firsing son pioneros en la utilización de esta nueva técnica, que forma parte del programa DEVELOP (Desarrollo, en idioma español), de la NASA. Ellos han estado usando imágenes de satélite del Bosque Nacional Talladega, de Alabama, con el fin de revelar aquellas zonas del bosque donde existe mayor probabilidad de que prosperen las garrapatas.
Es importante conocer el paradero de las garrapatas ya que éstas son capaces de dejarnos visitantes muy desagradables en el torrente circulatorio: toxinas y organismos que causan la rickettsiosis exantemática, el exantema asociado con las garrapatas en el Sur de Estados Unidos y la enfermedad de Lyme.
"Nuestra meta fue identificar aquellas zonas donde existe un alto riesgo de que se produzcan estas enfermedades", explica Renneboog. "Sabemos que las garrapatas prefieren las áreas húmedas con mucha vegetación, de modo que quisimos confeccionar un mapa de dichas áreas".
Entre los anfitriones de las garrapatas se encuentran los venados de cola blanca, los ratones de patas blancas y usted. Merodeando como si fueran vampiros en miniatura, las garrapatas esperan a alguno de estos transeúntes desprevenidos para atacar. Si no beben sangre, las garrapatas mueren. La saliva de algunas de ellas contiene un anticoagulante, el cual hace que sea más fácil para ellas alimentarse. La saliva puede contener además neurotoxinas que sirven para no sentir dolor mientras la garrapata hunde su mordaz boca en la piel y disfruta de una merienda a costa suya.

Misterioso colapso de la atmósfera superior de la Tierra

 Investigadores, financiados por la NASA, están monitorizando un evento importante en la atmósfera de nuestro planeta. A gran altitud sobre la superficie de la Tierra, en el sitio donde la atmósfera se encuentra con el espacio, una capa de gas enrarecido, llamada "termósfera", colapsó recientemente y está ahora rebotando nuevamente.
"Esta es la contracción más pronunciada de la termósfera en, al menos, 43 años", dice John Emmert, del Laboratorio de Investigación Naval, quien es el autor principal de un artículo que anunció el hallazgo, en la edición del 19 de junio deGeophysical Research Letters (GRL o Cartas de Investigación en Geofísica, en idioma en español). "Esto constituye un récord de la Era Espacial".
El colapso ocurrió durante el profundo mínimo solar que tuvo lugar en 2008–2009 (un hecho que por sí solo no sorprende a los científicos). La termósfera siempre se enfría y se contrae cuando hay poca actividad solar. En esta ocasión, sin embargo, la magnitud del colapso fue de dos a tres veces mayor de lo que podría atribuirse a la baja actividad solar.
"Está ocurriendo algo que no entendemos", dice Emmert.
El rango de altura de la termósfera varía desde los 90 km hasta más allá de los 600 km. Es el dominio de los meteoros, de las auroras y de los satélites que pasan rozando la termósfera en su recorrido alrededor de la Tierra. También es donde la radiación solar hace el primer contacto con nuestro planeta. La termósfera intercepta los fotones del ultravioleta extremo (UVE) del Sol antes de que alcancen el suelo. Cuando la actividad solar es alta, el UVE solar calienta la termósfera, causando de ese modo que se infle como un malvavisco sostenido sobre una fogata. (Este calentamiento puede hacer que las temperaturas suban hasta los 1400 K —de allí el nombre termósfera.) Cuando la actividad solar es baja, ocurre lo opuesto.
Recientemente, la actividad solar ha sido muy baja. En 2008 y 2009, el Sol se adentró en un mínimo solar como los que ocurren solamente una vez cada siglo. Se presentaron pocas manchas solares, casi no se produjeron erupciones solares y la radiación UVE del Sol estuvo en un nivel muy bajo. Los investigadores inmediatamente dirigieron su atención a la termósfera para ver qué ocurriría.

Temblores espaciales retumban en la cercanía de la Tierra

Utilizando la flota de cinco naves espaciales Themis, de la NASA, los investigadores han descubierto un fenómeno relacionado con el tiempo en el espacio que tiene la potencia de un terremoto y desempeña un papel importante en el proceso de hacer resplandecer las auroras boreales. Lo llaman "temblor espacial".
Un temblor espacial es un temblor que tiene lugar en el campo magnético de la Tierra. Se puede detectar principalmente en la órbita terrestre, pero no se limita al espacio exterior. Los efectos pueden incluso alcanzar la superficie de la Tierra
"Se han detectado reverberaciones magnéticas en estaciones terrestres de todo el mundo, de una manera similar en la cual los detectores sísmicos registran un gran terremoto", dice el investigador que lidera el proyecto Themis, Vassilis Angelopoulos, de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA, por su sigla en idioma inglés).
Ésta es una buena analogía porque "la energía total de un temblor espacial puede compararse con la de un terremoto de magnitud 5 o 6", según Evgeny Panov, del Instituto de Invesgitación Espacial, en Austria. Panov es uno de los autores principales de un artículo de investigación que anunció estos resultados en la edición de abril de 2010 de Geophysical Research Letters (Cartas de Investigación en Geofísica o GRL, por su sigla en idioma inglés).
En el año 2007, el proyecto Themis descubrió los precursores de los temblores espaciales. El fenómeno comienza en la cola del campo magnético de la Tierra, la cual es estirada, como si fuera una manga de aire, por el viento solar que se mueve a millones de kilómetros por hora. En ocasiones, la cola puede estirarse tanto y someterse a una tensión tan grande, que cuando recobra su forma original lo hace súbitamente, como una banda elástica que experimenta una torsión excesiva. El plasma del viento solar atrapado en la cola se precipita hacia la Tierra. En más de un evento, las cinco naves del proyecto Themis se encontraron en la línea de fuego cuando uno de estos "chorros de plasma" barrió la región. Claramente, los chorros iban a hacer contacto con la Tierra. ¿Qué ocurriría entonces? Para averiguarlo, la flota de naves espaciales se desplazó más cerca de nuestro planeta.

"Ahora lo sabemos", dice David Sibeck, el científico que es integrante del proyecto Themis, en el Centro Goddard para Vuelos Espaciales. "Los chorros de plasma causan temblores espaciales".

Un satélite de la NASA estudiará la humedad del suelo de la Tierra

Un nuevo satélite de la NASA, que estudiará la capa superior del suelo de la Tierra para medir el agua que yace oculta, y que tiene influencia sobre las condiciones del tiempo y el clima, está en sus etapas finales de preparación ya que será lanzado el 29 de enero, al amanecer, desde California.
La misión llamada “Instrumento Activo – Pasivo para la Detección de la Humedad del Suelo” (Soil Moisture Active Passiveo SMAP, por su acrónimo en idioma inglés) registrará el pulso de una medición clave del agua de nuestro planeta: cómo el agua dulce experimenta ciclos sobre las superficies terrestres bajo la forma de humedad en el suelo. La misión producirá los mapas globales más exactos y de más alta resolución que jamás se han obtenido desde el espacio. Dichos mapas mostrarán la humedad presente en la capa de los suelos de la Tierra hasta una profundidad de 5 centímetros (2 pulgadas). También detectará y confeccionará mapas en el caso de que el suelo esté congelado o descongelado. Esta información será utilizada para mejorar los conocimientos de los científicos sobre los procesos que relacionan los ciclos del agua, de la energía y del carbono en la Tierra.
"Con información provista por el SMAP, científicos y responsables de la toma de decisiones sobre el tema en todo el mundo estarán mejor equipados para comprender de qué manera la Tierra funciona como un sistemay cómo la humedad del suelo tiene un impacto sobre innumerables sucesos vinculados con los seres humanos, desde las inundaciones y las sequías hasta los pronósticos meteorológicos y el rendimiento de las cosechas”, dijo Christine Bonniksen, quien ocupa un cargo ejecutivo en el programa SMAP, que pertenece a la División de Ciencias de la Tierra (Earth Science Division, en idioma inglés), del Directorio de Misiones Científicas, en las oficinas centrales de la NASA, ubicadasen Washington. “Las mediciones de la humedad del suelo en el mundo que llevará a cabo el SMAP harán posible mejorar nuestros conocimientos respecto del clima en la Tierra”.

La predicción de inundaciones

En la escala de catástrofes naturales, las inundaciones se encuentran entre las peores. Tanto por las pérdidas financieras como por las pérdidas de seres humanos, las inundaciones se ubican junto con los terremotos, los huracanes y los tsunamis. De hecho, la catástrofe más mortífera del siglo XX fue la inundación que tuvo lugar en China en el año 1931, la cual puede haber dado como resultado más de un millón de muertes.
Lamentablemente, predecir inundaciones es complicado. La predicción depende de una compleja mezcla de componentes: las lluvias, la humedad del suelo, los antecedentes recientes de precipitaciones y mucho más. El derretimiento de nieve y las tormentas repentinas también pueden contribuir para que se produzcan inundaciones inesperadas.
Gracias a la NASA, sin embargo, las predicciones están mejorando.
Ahora se encuentra disponible en línea una herramienta informática, conocida como Sistema de Monitorización Global de Inundaciones (Global Flood Monitoring System o GFMS, por su sigla en idioma inglés), que confecciona mapas de las inundaciones en todo el mundo. Los usuarios de todos los rincones del planeta pueden usar el sistema para determinar cuándo el agua de las inundaciones podría azotar sus comunidades.
“En nuestro mapa interactivo global, se puede hacer zoom en un lugar de interés para ver si la cantidad de agua que hay ya se considera como una inundación, si el agua está retrocediendo o si está subiendo”, explica Robert Adler, de la Universidad de Maryland. Adler desarrolló el sistema junto con su colega Huan Wu. “Asimismo, se puede buscar en las áreas cercanas para ver si hay lluvias río arriba, si la lluvia cesó y cómo se está moviendo el agua río abajo”.
El GFMS funciona las 24 horas del día, los 7 días de la semana (24/7), aun cuando haya nubes u otro tipo de interferencias.
“En ciertas ocasiones, nuestro sistema podría ser la única manera que tiene la gente de obtener información”, dice Adler.
El sistema funciona de esta manera:
El GFMS se basa en los datos sobre las precipitaciones que se obtienen de los satélites de observación de la Tierra, de la NASA. Originalmente, el sistema dependía del satélite denominado Misión de Medición de Lluvias Tropicales (Tropical Rainfall Measuring Mission o TRMM, por su sigla en idioma inglés). A principios de este año, el GFMS se convirtió en el nuevo satélite de Medición de las Precipitaciones Globales (Global Precipitation Measurement satellite, o GPM, por su sigla en idioma inglés). Los datos sobre la lluvia que proporciona el GPM se combinan con un modelo de la superficie terrestre que incorpora la cubierta de vegetación, el tipo de suelo y el terreno con el fin de determinar la cantidad de agua que se absorbe y la cantidad de agua que alimenta los caudales.
Los usuarios pueden ver estadísticas relacionadas con las precipitaciones, los caudales, la profundidad del agua y las inundaciones cada 3 horas, en cada uno de los recuadros de un mapa global, que abarcan 12 kilómetros. Los pronósticos para estos parámetros se extienden a 5 días. Asimismo, los usuarios pueden realizar acercamientos mayores para ver mapas de inundaciones (áreas que, se estima, estarán cubiertas de agua) con una resolución de 1 kilómetro.
Organizaciones como la Cruz Roja y el Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas ya están usando el GFMS antes, durante y después de las inundaciones cuando la información que se brinda desde tierra es insuficiente (lo que sucede con frecuencia).
“Ellos lo usan para saber cuándo y dónde se ha producido una inundación y para estimar su magnitud. Utilizan esa información junto con mapas de la población con el fin de orientar los esfuerzos de asistencia”.
Adler está ansioso por obtener mejoras más importantes para el sistema; cortesía del nuevo satélite GPM.
“Los avances logrados por el GPM nos permitirán estimar las inundaciones y los desprendimientos de tierra en todo el planeta con más precisión. Asimismo, la cobertura global del GPM, comparada con el enfoque de latitud tropical del TRMM, posibilitará realizar pronósticos más precisos en las latitudes medias y altas”.
Adler planea trabajar con grupos internacionales, como Global Flood Partnership, con el fin de ayudar para que el sistema se conozca.

El derretimiento oculto de Groenlandia

Más del 90 por ciento del hielo de agua dulce de nuestro planeta está unido a las enormes láminas de hielo y a los glaciares de la Antártida y de Groenlandia. A medida que las temperaturas ascienden lentamente en todo el mundo, las aguas de deshielo que provienen de estos vastos depósitos de hielo colaboran para que se produzca un aumento en el nivel del mar. Por sí sola, Groenlandia podría hacer elevar 7 metros (23 pies) el nivel del mar si su hielo se derritiera por completo.
En agosto del año 2014, Eric Rignot, un glaciólogo que trabaja en la Universidad de California, Irvine, y en el Laboratorio de Propulsión a Chorro (Jet Propulsion Laboratory o JPL, por su sigla en idioma inglés), de la NASA, dirigió un equipo que confeccionó mapas de acantilados de hielo ubicados en los bordes frontales de tres glaciares “emisarios” en Groenlandia. Los investigadores descubrieron cavidades que socavan la base de estos bordes protuberantes y que pueden desestabilizar el frente del hielo y aumentar los desprendimientos en los icebergs; un proceso llamado “parto”, por el cual partes del glaciar se rompen y flotan a la deriva.
“En Groenlandia, tenemos tasas de deshielo de unos pocos metros por día en los meses de verano”, dice Rignot.
¿Qué está causando este “gran deshielo”?
El equipo de Rignot descubrió que los glaciares de Groenlandia que se dirigen al océano tienen bases más profundas debajo del nivel del mar que lo que se había medido anteriormente. Esto significa que las corrientes oceánicas cálidas en las profundidades pueden cubrir las caras de los glaciares y erosionarlos.
“En las regiones polares, las capas más altas del agua del océano son frías y dulces”, explica. “El agua fría es menos efectiva para derretir el hielo”.
“El calor oceánico real se encuentra a una profundidad de 350-400 metros, y más abajo también. Esta agua cálida, salada, tiene origen subtropical y derrite el hielo mucho más rápidamente”.
El equipo de investigadores de Rignot está aportando información clave que resulta necesaria para documentar este efecto y predecir con precisión dónde y cuán rápidamente se notará en los glaciares. Día y noche, el equipo reunió y analizó mediciones relacionadas con la profundidad, la salinidad y la temperatura de las aguas de los canales y su intersección con el borde costero de la capa de hielo de Groenlandia.
Ellos descubrieron que algunos de los glaciares se balancean sobre enormes umbrales de barro que los protegen, por ahora. Pero otros glaciares están siendo seriamente socavados, sin que podamos verlos, debajo de la superficie, lo que significa que podrían colapsar y derretirse mucho más pronto.
No es fácil reunir estos datos. Por encima de las aguas turbulentas, del viento, de la lluvia y del clima frío, está el hielo mismo.
“Vinimos a estudiar glaciares que descargan en los fiordos. Y los fiordos están repletos de hielo. En algunos sitios, puede llegar a haber tanto hielo que el bote ni siquiera puede avanzar”.
Pero el hielo presenta una fascinación peculiar para Rignot. “Siempre me han interesado las regiones polares”, afirma. “Mis amigos quisieron viajar por el Caribe pero yo preferí hacerlo aquí, en estas aguas. No sé por qué. Simplemente me gustan estas regiones”.

jueves, 6 de octubre de 2016

Un encuentro cercano con Encelado

A aproximadamente 1.600 millones de kilómetros, o más de 980 millones de millas de la Tierra, la nave espacial Cassini, de la NASA, se desplaza a toda velocidad a través de la estrellada expansión del espacio. Desde su punto de observación, orbitando Saturno, la Tierra es nada más que un minúsculo punto de luz para nada diferente de las estrellas que enmarcan al maravilloso planeta de los anillos.
La nave espacial Cassini ha estado orbitando Saturno desde el año 2004 y ha llevado a cabo docenas de sobrevuelos de las fascinantes lunas de Saturno. Su próximo encuentro cercano con Encelado, que se llevará a cabo el 28 de octubre de 2015, promete arrojar resultados emocionantes.
Encelado ostenta un paisaje cubierto de hielo, aparentemente estéril, repleto de profundos cañones, apodados “rayas de tigre”. Debajo de su exterior cubierto de hielo se agita un océano global, el cual recibe parte del calor de las mareas de Saturno y de otra luna, Dione, con fumarolas en el lecho marino que despiden agua a al menos 90 °C (194 °F). Los penachos de vapor de agua y las partículas de hielo emanan de su superficie como si fueran los chorros de un géiser, lo cual proporciona pistas de que hay mucho más de lo que parece en este paisaje lunar cubierto de hielo.
La nave Cassini planeará a través de los chorros ubicados en el polo sur de la luna, a tan solo algo más de 48 kilómetros (30 millas) por encima de la superficie.
“A pesar de que el sobrevuelo del 28 de octubre no será el más cercano que hemos hecho a Encelado, es el sobrevuelo más cercano que se ha realizado sobre el polo sur y a través del penacho”, dice Linda Spilker, la científica del Proyecto Cassini, en el Laboratorio de Propulsión a Chorro (Jet Propulsion Laboratory, o JPL, por su sigla en idioma inglés). “Estaremos explorando in situuna región del penacho de la cual Cassini nunca ha tomado muestras. ¡Esto es muy emocionante para mí!”
Entonces, ¿qué es lo que causa estos penachos y por qué son tan importantes? Los vastos océanos subterráneos de Encelado pueden ser efervescentes y pueden estar repletos de gas. Cuando el gas y las partículas de hielo se elevan a la superficie son expulsados en forma de penachos que emanan desde las “rayas de tigre”. En palabras de Linda Spilker, el proceso es similar a “agitar una botella de bebida gaseosa; el gas no tiene adónde ir, excepto hacia arriba y hacia afuera”.
Sin embargo, los penachos son más que simplemente gas y agua; las muestras indican que también contienen muchos de los bloques fundamentales que son esenciales para la vida parecida a como es en la Tierra. Esto lleva a pensar en la emocionante posibilidad de que en Encelado podrían existir organismos similares a aquellos que prosperan en nuestros propios océanos profundos, cerca de las fumarolas volcánicas que emanan dióxido de carbono y sulfuro de hidrógeno. A pesar de que todavía es muy pronto para saber exactamente cuán complejas podrían ser las potenciales formas de vida en Encelado, los científicos especulan que al menos la vida microbiana es una posibilidad real.
En el futuro, otra nave espacial diferente podría viajar a través del sistema solar para visitar al gélido Encelado. Esta nave espacial, a diferencia de Cassini, podría estar diseñada para aterrizar sobre la superficie de Encelado, cerca de una de sus “rayas de tigre”. Esta sonda podría tomar muestras de manera más directa, bordeando todo el penacho.
“Lo ideal sería que pudiera tomar muestras desde el borde de una de las rayas de tigre”, especula Spilker. Esto garantizaría que los microbios expulsados desde el interior de Encelado fueran más abundantes y fáciles de recolectar.

Mundos dentro de otros mundos: El telescopio Hubble observa a través de las capas de un Neptuno cálido

Se dice que no se debe juzgar por las apariencias. Pero, ¿qué se puede decir de eso en relación con los planetas?
Tomemos a Neptuno como ejemplo. Hace muchos años, en especial desde 1989 cuando Voyager 2 sobrevoló Neptuno y midió su campo gravitatorio, que los astrónomos saben que el gigante azul alberga un mundo secreto en su interior. Oculto muy por debajo de las partes superiores de las nubes azuladas yace un núcleo rocoso que no es mucho más grande que la Tierra. ¡Urano también tiene uno! Estos “mundos dentro de otros mundos” podrían tener propiedades exóticas que incluyen océanos abrasadores y lluvias brillantes.
Si tan solo los investigadores pudieran quitar las nubes para poder observar más de cerca...
A alrededor de 30 años luz de distancia, a un planeta de tamaño similar al de Neptuno le están “quitando” algunas de sus capas.
Utilizando el Telescopio Espacial Hubble (Hubble Space Telescope, en idioma inglés), de la NASA, astrónomos han descubierto una inmensa nube de hidrógeno que se está evaporando de un planeta llamado GJ 436b, el cual tiene el tamaño de Neptuno.
“Esta nube es espectacular”, señala el jefe del estudio, David Ehrenreich, del observatorio de la Universidad de Ginebra, en Suiza. “El equipo de investigaciones la ha apodado ‘El Gigante’”.
La atmósfera del planeta se está evaporando debido a la extrema radiación que proviene de su estrella madre (un proceso que podría haber sido todavía más intenso en el pasado).
“La estrella madre, que es una enana roja apenas visible, alguna vez estuvo más activa”, dice Ehrenreich. “Esto significa que la atmósfera del planeta se evaporó más rápidamente durante sus primeros mil millones de años de existencia. En total, estimamos que el planeta puede haber perdido hasta un 10 por ciento de su atmósfera”.
Se considera que GJ 436b es un “Neptuno cálido” debido a su tamaño y porque está mucho más cerca de su estrella madre que lo que Neptuno está de nuestro propio Sol. Orbita a una distancia de menos de 4,8 millones de kilómetros (3 millones de millas) y se desplaza alrededor de la enana roja central en apenas 2,6 días terrestres. A modo de comparación, la Tierra está ubicada a 150 millones de kilómetros (93 millones de millas) del Sol y completa su órbita cada 365,24 días.

El uso de tabletas en el espacio

Cuando comenzó la Era Espacial, no existía la “interfaz gráfica del usuario”. Los astronautas interaccionaban con sus aparatos electrónicos utilizando únicamente perillas e interruptores de palanca. Era una época diferente.
Pero adelantemos rápidamente hasta el año 2015.
Las perillas y los interruptores de la década de 1950 han sido reemplazados por una cabina de mando vidriada, donde la mayoría de las tareas de comando se llevan a cabo a través de controles regidos por un software. Las antiguas torsiones y giros pronto pueden ser reemplazados por una compleja combinación de golpecitos, toques y giros hechos con la punta de los dedos.
Muchas tareas que se llevan a cabo en el interior de una nave espacial moderna involucrarán habilidades motoras finas, como el tipeo o la interacción con una pantalla táctil de computadora”, dice Kritina Holden, quien es la principal investigadora del experimento denominado Fine Motor Skills (Habilidades Motoras Finas, en idioma español), el cual ya está en camino en la Estación Espacial Internacional (International Space Station, en idioma inglés). “En el futuro, los astronautas utilizarán computadoras portátiles para llevar a cabo muchas tareas, entre las que se incluyen: el mantenimiento, la capacitación, los tratamientos médicos, las tareas relacionadas con la ciencia, la confección de horarios y la planificación”.
Se sabe que la microgravedad puede tener un efecto perjudicial sobre el cuerpo humano (atrofia muscular, debilitamiento de huesos y funcionamiento inadecuado del sistema inmunitario). ¿También se ven afectadas las habilidades motoras finas?
El experimento Fine Motor Skills tiene como objetivo averiguarlo.
“En verdad, no hemos detectado problemas. Pero este tipo de desempeño ciertamente no ha sido medido sistemáticamente en el espacio”, dice Holden, quien trabaja en Lockheed Martin, en Houston, Texas. “Algunos experimentos han demostrado que lleva más tiempo realizar las tareas en microgravedad que en el suelo, pero todavía ningún estudio ha considerado los tipos de pruebas que se incluyen en esta investigación”.
El experimento Fine Motor Skills estudia los efectos que tiene la exposición prolongada a la microgravedad sobre el tipo de desempeño en las tareas que requieren habilidades motoras finas, las cuales son necesarias para interaccionar con dispositivos basados en computadoras, como las computadoras que poseen formato de tableta, con pantallas táctiles. Los miembros de la tripulación realizarán cuatro tipos de tareas en un iPad: apuntar, arrastrar, trazar formas y rotar.
“Nuestra verdadera preocupación es asegurarnos de que los miembros de las tripulaciones futuras puedan usar con precisión sus dispositivos informáticos ubicados a bordo y también que los puedan emplear sobre una superficie planetaria después de un largo viaje, por ejemplo, a Marte”.
Imagine lo que podría suceder si una tarea manual incorrecta no permitiera que un astronauta revisara con precisión el sistema de soporte vital en una nave espacial del futuro.
“Si hallamos fallas en el desempeño en este estudio de larga duración, quizás necesitemos desarrollar algunos ejercicios o tareas de práctica para conservar el alto nivel de precisión en las tareas motoras finas”, explica Holden.