jueves, 1 de septiembre de 2016

'Habría más planetas que estrellas en el universo'

Como nunca antes en la historia de la astronomía, hoy se está más cerca de conocer cuántos planetas habitan fuera del sistema solar. La Nasa anunció este martes el hallazgo de 1.284 nuevos planetas, gracias a una novedosa técnica de análisis de los datos del telescopio Kepler.

“Este anuncio dobla el número de planetas confirmados por Kepler”, señaló Ellen Stofan, científica jefa de la sede de la Nasa en Washington (EE. UU.), quien agregó que “esto nos da esperanzas de que en algún lugar allí afuera, alrededor de una estrella similar al Sol, podamos eventualmente descubrir otra Tierra”.

Los resultados de Kepler son de tal magnitud que Paul Hertz, director de la División de Astrofísica de la Nasa, aseguró que antes de este telescopio no se conocía si los planetas eran escasos o abundantes en la galaxia. “Gracias a Kepler y a la comunidad científica, ahora sabemos que podría haber más planetas que estrellas”.

Del nuevo hallazgo, cerca de 550 podrían ser planetas rocosos, como la Tierra, de acuerdo con sus dimensiones, y nueve de ellos orbitan en zonas habitables, es decir que están a una distancia alrededor de una estrella donde son posibles temperaturas superficiales que permiten almacenar agua.

Además, Kepler halló alrededor de 707 cuerpos clasificados como otro tipo de fenómenos astronómicos y 984 candidatos a planetas que no habían podido ser identificados previamente.

De acuerdo con Santiago Vargas, Ph. D. en Astrofísica y profesor investigador del Observatorio Astronómico Nacional, la misión de Kepler fue planeada para estudiar decenas de miles de estrellas y detectar cambios en sus brillos, lo que podría deberse a planetas que, al pasar por delante de la estrella, varían la luz de esta. “Este es un fenómeno similar al que vivimos esta semana con el paso de Mercurio por el Sol”

Astronautas que vayan a Marte deberán saber cocinar

Deberán cultivar y cocinar sus propios alimentos dada la duración del viaje, afirmó el Laboratorio de Sistemas Alimenticios de la Nasa.
"Los mayores desafíos que representan los viajes a Marte se refieren al equilibrio de peso, volumen, uso de recursos y aceptabilidad de la comida", dijo Maya R. Cooper, científica del Laboratorio de Sistemas Alimenticios en Houston, Texas.
Para los viajes a la Estación Espacial Internacional (EEI), los cosmonautas viajan con 1,7 kilogramos de comida por persona y día. Sin embargo, para los viajes al Planeta Rojo, que entre ida y vuelta podrían durar cinco años, serían necesarias 3,7 toneladas, lo que complica el proyecto desde el punto de vista logístico. 
"Ahora mismo contemplamos la posibilidad de desarrollar un sistema biorregenerativo que incluya el cultivo de alimentos en el espacio y la posibilidad de enviar grandes cantidades de productos al hábitat marciano", dijo Cooper.
Estos planes exigirían una mayor preparación y procesamiento de alimentos que el actual sistema empleado en los transbordadores espaciales y la EEI, que orbita alrededor de la Tierra.  Estos sistemas biorregenerativos implicarían plantas "multifunción", es decir, que además de suministrar alimentos pudiesen liberar oxígeno para consumo de los astronautas, así como purificar el aire eliminando el dióxido de carbono generado por la tripulación. 
Por el momento, los investigadores de la NASA han seleccionado diez cultivos posibles: lechuga, espinaca, zanahoria, cebollas, rábanos, pimientos, fresas, plantas aromáticas y repollo, con los que están experimentando. 
Otra opción, según Cooper, sería enviar, uno o dos años antes de la partida de las misiones tripuladas, varias naves espaciales que actuasen a modo de "almacenes de comida". Las primeras misiones tripuladas a Marte partirían en la década de 2030.

Investigadores simulan la vida en Marte, sin salir de la Tierra

Durante los últimos cuatro meses, un equipo de investigadores estuvo viviendo en un prototipo de hábitat de Marte en un volcán hawaiano, practicando una vida aislada en el planeta rojo.
En la mayor parte del tiempo, el líder de la expedición, Casey Stedman, y sus cinco compañeros estuvieron dentro de la cúpula de 93 metros cuadrados y con energía solar, saliendo para paseos espaciales simulados y haciéndolo solo con trajes espaciales.

"No he visto un árbol, olido la lluvia, escuchado un pájaro o sentido el viento en mi piel en cuatro meses", dijo Stedman en un blog en Instagram.
Stedman es un oficial en la reserva de la Fuerza Aérea estadounidense, estudiante graduado de la Aeronautical University Embry-Riddle. "Estamos simulando una misión de larga duración en Marte, con el foco en la psicología de la tripulación en aislamiento", dijo el equipo durante una entrevista con Reddit.
Los miembros del equipo, que incluyen a un ingeniero químico de la Nasa y a un neuropsicólogo del Centro Neurológico Fort Wayne en Indiana, han estado aislados del contacto humano directo y han comido alimentos deshidratados y autoestabilizados.
"Básicamente hemos subsistido con papillas con sabor, pero papillas al fin y al cabo", escribió el miembro del equipo Ross Lockwood en Instagram. Lockwood está terminando un doctorado en física en la Universidad de Alberta.
El hábitat, que cuenta con baños orgánicos sin agua, está básicamente autosostenido excepto por un sistema de reabastecimiento y reutilización de agua cada dos o tres semanas.
Las comunicaciones con el mundo exterior han sufrido retraso temporal para igualar los 20 minutos que tardan las ondas de radio en viajar entre la Tierra y Marte. Además de una batería de encuestas psicológicas diarias, los investigadores realizan proyectos científicos y otros estudios, como expediciones en el exterior del hábitat para explorar características como las de Marte en el volcán Mauna Loa de Hawái. El paisaje es similar a una región de Marte conocida como Tharsis.
La operación, conocida como Hi-SEAS 2, comenzó el pasado 28 de marzo y concluye este viernes, pero se tardarán meses en sintetizar todos los hallazgos.
El fin del proyecto es crear líneas maestras para futuras misiones a Marte, el objetivo a largo plazo del programa espacial estadounidense.

El traje del millón de dólares

Escenas de seres humanos haciendo caminatas espaciales, como las que recientemente recreó la película ‘Gravity’, fueron, durante muchos años, acontecimientos que solo tuvieron cabida en la ciencia ficción. A estas operaciones, que llevan a cabo fuera del entorno de la nave, se les conoce como Actividad Extra-Vehicular (EVA, por sus siglas en inglés).
El primer paseo espacial fue hecho por el cosmonauta soviético Alexei Leonov, en 1965, y hoy se efectúan con bastante frecuencia. Aunque sean ahora una actividad rutinaria, las salidas de los astronautas al espacio exterior bajo condiciones extremas, siguen poniendo a prueba la tecnología y, junto con el astronauta, el gran protagonista es el traje espacial.

El traje espacial es una sofisticada máquina antropomórfica cuyo diseño es fruto de años de investigación y pruebas exigentes. Para sus portadores, estas modernas vestimentas, que pueden costar millones de dólares, representan el elemento que los mantiene con vida y les permite hacer su trabajo en el espacio: sin gravedad, con cambios de temperatura que van de -180 a 122 ºC, en ausencia de la presión atmosférica, y con alta radiación.
Solamente la falta de presión haría que en 15 segundos un ser humano perdiera la conciencia y muriera, como sucedió en un accidente en 1971, cuando tres tripulantes rusos perdieron la vida por la despresurización de la nave Soyuz.
El traje debe combinar perfectamente la funcionalidad con la comodidad, algo complicado teniendo en cuenta que el peso promedio de uno actual puede rondar los 130 kilos, aunque en realidad los astronautas no los sienten tan pesados debido a la falta de gravedad. Dentro del traje el astronauta cuenta incluso con un baño incorporado, pues tienen sistemas de almacenamiento de desechos sólidos y líquidos para casos de urgencia.
Un nuevo modelo, el BioSuit, podría revolucionar el concepto del traje espacial, acabando con la presurización con gas e implementando un traje ceñido al cuerpo, que lo envuelve en capas de material apretado y ejerce una presión mecánica que contrarresta la falta de presión en el espacio exterior. Es una especia de segunda piel.
La vestimenta para el espacio, además de los trajes usados en las EVA, incluye también otros tipos de trajes usados dentro de los vehículos espaciales, que proveen principalmente el sistema de presión estable, en caso de despresurización de la nave, y que son esenciales para el lanzamiento y el regreso a Tierra de los astronautas.

Tomates italianos del futuro para alimentar astronautas

En un futuro los astronautas cultivarán sus propios tomates en condiciones extremas, una hipótesis con la que trabaja un equipo de científicos italianos para aprovechar los nutrientes de ese alimento en los viajes al espacio.

Estos conviven con albahacas y otras especies en un ambiente particular: sin tierra en la que hundir sus raíces, se nutren de agua y sales minerales mientras reciben la luz solar y de lámparas led.

En ese huerto de cultivos hidropónicos (sin suelo), los tomates han sido los únicos seleccionados para un proyecto financiado por la Agencia Espacial Italiana que busca hallar una planta ideal capaz de ser cultivada en estaciones en órbita como la Estación Espacial Internacional (EEI).

"Nuestro deber es buscar una planta que tenga un ciclo muy breve, sea pequeña y produzca una cantidad de moléculas bioactivas que sean eficaces para la vida en condiciones extremas", aseguró a Efe Eugenio Benvenuto, responsable del laboratorio biotecnológico de la Agencia italiana para las nuevas tecnologías, la energía y el desarrollo económico sostenible (ENEA).

Esta institución es la encargada de experimentar con una determinada variedad de tomate con vistas a facilitar la vida de los astronautas en misiones de larga duración, ya sea -por ejemplo- a Marte o a la Luna, en medio de condiciones como la ausencia de peso, las radiaciones cósmicas o los campos electromagnéticos.

Muere el astronauta Edgar Mitchell, el sexto hombre en pisar la Luna

El astronauta Edgar Mitchell, integrante de la expedición del Apolo 14 y el sexto hombre en pisar la superficie lunar, falleció a la edad de 85 años en West Palm Beach, en el sureste de Florida (EE.UU.), informaron hoy sus familiares en un comunicado.
El ingeniero aeroespacial murió el jueves, precisó su hija Anita Mitchell, al periódico local The Palm Beach PostMitchell falleció poco después de conmemorarse el 45 aniversario de la misión Apolo 14, una expedición lunar de 10 días duración que estuvo compuesta también por Alan Shepard y Stuart Roosa y que despegó de la Tierra el 31 de enero de 1971.

"Como miembro del Apolo 14, Edgar es una de las únicas 12 personas que caminaron sobre la Luna y ayudó a cambiar cómo vemos nuestro lugar en el universo", señaló hoy en una nota el administrador de la NASA, Charles Bolden. Tras alunizar el 5 de febrero de ese año, Mitchell y Shepard desarrollaron sobre las zonas montañosas de Fra Mauro una expedición de 33 horas, hasta ese entonces la estancia más larga sobre suelo lunar, mientras que Roosa se mantuvo orbitando la zona en la nave.
En su única expedición a la luna, que concluyó el 9 de febrero, Mitchell ayudó a recolectar 41 kilos de rocas y muestras de tierra, que posteriormente fueron distribuidas para ser analizadas entre 187 equipos científicos de Estados Unidos y 14 países, según la NASA. Nacido el 17 de septiembre de 1930, en Hereford, Texas, Mitchell obtuvo un doctorado en Ciencias Aeronáuticas por el Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT) y fue seleccionado para sumarse a la NASA en abril de 1966.
Poco después de su expedición, el astronauta se retiró de la agencia aeroespacial y en 1973 fundó el Institute of Noetic Sciences, con el fin de abordar desde varias disciplinas científicas el estudio de la percepción humana, de acuerdo con el comunicado de la familia y que publicó la Fundación de Estudios Astronautas, de la que fue miembro de su junta de directores.
La naturaleza de la conciencia humana fue su principal foco de interés científico, sin duda alimentada tras su experiencia lunar, y que marcó su posterior trayectoria fuera de la NASA. Mitchell fue autor de diversas publicaciones, entre ellas "El Camino de los Exploradores" (1966), en la que escribió: "Hay una percepción de que nuestra presencia como viajeros espaciales y la existencia del universo en sí mismo, no fue accidental sino que hubo un proceso inteligente en curso".
Una de las dos hijas del astronauta, Karlyn Mitchell, describió a su padre como un hombre de "extraordinarios talentos y tremenda fortuna" y que nunca se cansó de "animar a otros a luchar y explorar".

Explota un cohete en las instalaciones de Space X en Cabo Cañaveral

Las instalaciones que la empresa aeroespacial Space X tiene junto a la estación de lanzamientos al Centro Espacial Kennedy, en Cabo Cañaveral (Florida), sufrieron, este jueves, varias explosiones que crearon una intensa columna de humo negro.
Space X explicó en un comunicado que se produjo una "anomalía" en la plataforma de despegue que provocó la "pérdida del cohete y su carga". "Por procedimiento estándar, en la plataforma de despegue no había personal y no se produjeron heridos", indicó la firma. Las explosiones se sintieron a varios kilómetros de distancia y dejaron una columna de humo que se pudo ver desde una larga distancia, según fotografías subidas a las redes sociales.

El departamento de Emergencias del condado de Brevard, donde se encuentra Cabo Cañaveral, informó que estas explosiones "no suponen una amenaza para el público" debido al incendio registrado durante las pruebas que se llevaban a cabo en la plataforma de despegue de Space X. A las 10:20 hora local (14:20 GMT), el incendio estaba cerca de ser extinguido, aunque todavía salía humo de la zona.
En la plataforma de despegue se encontraba un cohete Falcon 9, que tenía previsto poner en órbita el próximo día 3 de septiembre el satélite de comunicaciones Amos 6 para la firma israelí Spacecom. El satélite iba a proporcionar servicios de comunicaciones en una zona que cubriría desde la costa de EE.UU. a Europa, África y Oriente Medio, así como reforzar las necesidades de comunicaciones del Gobierno israelí.
Esta no es la primera vez que este tipo de cohete sufre una explosión, después de la registrada en junio de 2015 poco después de su despegue. La empresa aeroespacial SpaceX está dirigida por el empresario Elon Musk, quien también fundó la firma de vehículos eléctricos Tesla.

Atmósfera de Plutón se parece a la de la Tierra

Hace un año, el mundo astronómico tenía puestos los ojos en la Nasa. Tras más de nueve años de travesía, la sonda New Horizons (Nuevos Horizontes), lanzada por la agencia espacial en enero del 2006, estaba a días de alcanzar el punto más cercano a Plutón, uno de los planetas enanos ubicados al borde del sistema solar.
Entre quienes cruzaban los dedos porque la nave emitiera, el 14 de julio del año pasado, el mensaje de “estoy bien”, estaba la reconocida geóloga Adriana Ocampo, una de las colombianas que más alto ha llegado en el campo de la investigación espacial.

Hoy lidera el programa Nuevas Fronteras de la Nasa, que abarca una serie de misiones que buscan estudiar varios planetas del sistema solar, como Plutón (con la exitosa New Horizons) y el gigante Júpiter, con Juno. Con la misma ansiedad de hace un año, la investigadora espera que el lunes esta sonda culmine con éxito cinco años de viaje y entre en la órbita de este planeta.
De acuerdo con Ocampo, el objetivo es llegar a una de las preguntas más básicas: ¿cómo se formaron el sistema solar y sus planetas? Incluso se espera obtener información sobre el papel que tuvo Júpiter para que se diera la vida en la Tierra. Se especula, de hecho, que ese planeta pudo haber actuado como una ‘licuadora’ en el proceso de formación del sistema solar, y atraer de afuera la molécula de agua, que pudo acabar siendo absorbida por el campo gravitacional de nuestro planeta.
La investigadora, que vino a Colombia para disertar sobre los logros, retos y hallazgos del programa que encabeza, en el marco del simposio ‘Servicio Geológico Colombiano: 100 años de producción científica al servicio del país’, hizo un balance de lo aportado por la misión a Plutón: “Nuevos Horizontes nos abrió los ojos, porque entendimos que nuestro entorno planetario es mucho más rico, diverso y complejo de lo que pensábamos”, dice.
¿Cuáles son los descubrimientos que han hecho este año sobre Plutón?
Nos sorprendió que Plutón es mucho más dinámico. Por ejemplo, encontramos que tiene grandes bloques de hielo que se mueven bajo un fluido que parece ser un material líquido compuesto de nitrógeno y metano. También cuenta con grandes montañas y valles, así como superficies mucho más antiguas con actividad tectónica de unos 4.000 millones y medio de edad.
El solo lanzamiento de New Horizons potenció el conocimiento sobre este planeta…
El sistema plutoniano se puso mucho más complejo desde entonces, porque gracias al telescopio espacial Hubble se descubrieron cuatro lunas más. Ahora el planeta enano tiene cinco satélites y esto hizo que el sobrevuelo de Nuevos Horizontes fuera mucho más complejo y difícil de diseñar. Nos estamos dando cuenta de que Plutón tiene una atmósfera muy parecida a la de la Tierra, compuesta en un 49 por ciento de nitrógeno, mientras que la de nosotros es del 80 por ciento. También tiene capa de ozono.
¿Qué sabemos hoy sobre las lunas de Plutón?
Lo que se piensa sobre las cinco lunas (Caronte, Nix, Hidra, Estigia y Cerbero) es que son fragmentos de un megachoque que ocurrió en Plutón. Plutón y Caronte sí están sincronizadas como la Tierra y su luna, de la cual siempre vemos la misma cara. Las demás no.
¿Cuál es la limitación de misiones como New Horizons?
Todos los sistemas hasta este momento están trabajando perfectamente, de hecho tiene una batería que dura 80 años, pero el medio siempre es riesgoso. Sabemos que la parte financiera juega un papel importante y todo eso depende del Congreso de los Estados Unidos, para que apoye la extensión de las misiones.
Los bloques de hielo muestran, tal como en la luna Europa, que podría haber agua en otros lugares ¿Sirve esto como opción si los humanos queremos salir del planeta?
Estas son misiones muy importantes para la Nasa y la comunidad científica, porque se sabe el enlace tan profundo entre el agua líquida y el origen de la vida, tal como la conocemos. Cada vez que encontramos agua en cualquier parte del sistema solar, nos sentimos muy entusiasmados con la posibilidad de que sean lugares en los que esta aflore. Hemos pensado que si vamos a mandar tripulación, debe haber agua y, en este caso, Marte es el planeta cercano que tiene ese ingrediente, como lo confirmamos con la misión Curiosity.