sábado, 2 de abril de 2016

eclipse lunar

ECLIPSE LUNAR

Febrero 12, 2007: Imagine lo siguiente: Es el año 2025 y usted se encuentra en la Luna. Su "hogar" está ubicado a 100 metros de distancia —un asentamiento al borde del cráter Shackleton. La NASA comenzó a construirlo cinco años antes y está creciendo rápidamente. Usted es uno de los obreros de la construcción.
Como sucede siempre en estas regiones polares, el Sol se encuentra bajo, asomándose apenas por encima del escarpado horizonte lunar. Usted ajusta su visor. Le sorprende lo brillante que puede llegar a verse un Sol que se encuentra bajo cuando no hay atmósfera que lo obscurezca.
see captionDe repente, la intensa luz se extingue.
Arriba, en el cielo, un enorme y obscuro disco cubre el Sol. Un "anillo de fuego" de color rojo aparece donde se encontraba el Sol sólo unos momentos antes y su brillo hace que el suelo se torne rojo debajo de sus pies.
Usted lo ha estado esperando. Se trata de un eclipse.
Derecha: En la Luna, el suelo se torna rojo durante un eclipse lunar. Esta foto fue tomada por Doug Murray, de Palm Beach Gardens, Florida, durante el eclipse total de Luna ocurrido el 27 de octubre de 2004. 
Los astronautas que se encuentren en la Luna van a experimentar eclipses generalmente una o dos veces por año: la Tierra se desliza frente al Sol convirtiendo el día lunar en una extraña clase de noche rojiza. Éste será uno de los puntos memorables de cualquier viaje lunar.
El encanto del eclipse proviene de la Tierra. Nuestro planeta bloquea el Sol por completo puesto que es tres veces más grande pero, curiosamente, esto no causa la obscuridad completa. Los rayos de luz solar se curvan alrededor de la orilla de la Tierra y se filtran a través de la atmósfera. Vista desde la Luna, la orilla de la Tierra se enciende como un anillo de fuego del color de una roja puesta de Sol -uno de los espectáculos más hermosos del sistema solar.  una animación simplificada del proceso (1.2MB). Crédito: Artista gráfico Larry Koehn.)
¿No puede esperar hasta el año 2025? El próximo eclipse está a la vuelta de la esquina: será el sábado 3 de marzo de 2007. Al estar "pegados" a la Tierra, no podemos ver el anillo de fuego, pero sí podemos ver el brillo rojizo que produce en la Luna. El fenómeno se podrá observar en diversos lugares en los siete continentes, incluyendo la mitad este de Norteamérica.

see caption
Arriba: Mapa de visibilidad del eclipse total de Luna que tendrá lugar el 3 de marzo de 2007. Crédito: Fred Espenak, NASA/GSFC. 
En los EE.UU., el eclipse ya habrá comenzado cuando salga la Luna el sábado por la noche. Consejo para la observación: encuentre un lugar con una vista despejada del horizonte, en el Este, e instálese allí cuando comience la puesta del Sol. A medida que el Sol vaya desapareciendo detrás de usted, una Luna roja ascenderá ante sus ojos.
Las nubes o la contaminación a menudo enrojecen las lunas cuando ascienden, pero esta Luna tendrá el extraordinario y profundo color rojo que solamente se aprecia durante un eclipse lunar. A medida que usted la mire ascender en la noche, imagine cómo sería estar de pie al lado del cráter Shackleton observando desde la dirección opuesta.

Esto no es tan exagerado. La NASA planea enviar astronautas de regreso a la Luna, a más tardar en el año 2020. Desde su campamento en la base polar, los humanos explorarán el terreno en búsqueda de recursos que puedan utilizar para "vivir del suelo". Estudiarán la geología lunar y aprenderán más acerca del extraordinario potencial que tiene la Luna para revelar antiguos secretos de la Tierra y del Sistema Solar. También evaluarán qué tecnología se necesita para futuras misiones a Marte.
Y, ocasionalmente, cuando el terreno se torne rojo, harán una pausa y levantarán la mirada hacia un anillo brillante en el cielo.

los satelites

SATÉLITES

Satélite artificial: cualquiera de los objetos puestos en órbita alrededor de la Tierra con gran variedad de fines, científicos, tecnológicos y militares. El primer satélite artificial, elSputnik 1, fue lanzado por la Unión Soviética el 4 de octubre de 1957. El primer satélite de Estados Unidos fue el Explorer 1, lanzado el 31 de enero de 1958, y resultó útil para el descubrimiento de los cinturones de radiación de la Tierra. En los años siguientes se lanzaron varios cientos de satélites, la mayor parte desde Estados Unidos y desde la antigua URSS, hasta 1983, año en que la Agencia Espacial Europea comenzó sus lanzamientos desde un centro espacial en la Guayana Francesa. El 27 de agosto de 1989 se utilizó un cohete privado para lanzar un satélite por primera vez. El cohete, construido y lanzado por una compañía de Estados Unidos, colocó un satélite inglés de difusión televisiva en órbita geosíncrona.

En la actualidad hay satélites de comunicaciones, navegación, militares, meteorológicos, de estudio de recursos terrestres y científicos. Estos últimos se utilizan para estudiar la alta atmósfera, el firmamento, o para probar alguna ley física. 

A finales de 1986, de los más de 3.500 satélites que se han lanzado desde el Sputnik, unos 300 estaban operativos. La mayor parte de ellos son satélites de comunicación, utilizados para la comunicación telefónica y la transmisión de datos digitales e imágenes de televisión. Los satélites meteorológicos fotografían la Tierra a intervalos regulares en la luz visible y en el infrarrojo, y proporcionan datos a las estaciones meteorológicas de la Tierra, para la predicción de las condiciones atmosféricas de todo el mundo. Los satélites de navegación permiten determinar posiciones en el mar con un error límite de menos de 10 m, y también ayudan a la navegación en la localización de hielos y trazado de corrientes oceánicas. El SARSAT (Sistema de satélites de búsqueda y rescate) controla señales de socorro de barcos y aeronaves mediante una red de tres satélites estadounidenses (NOAA-9,10,11) y otros dos que fueron lanzados por la antigua Unión Soviética.

Los instrumentos astronómicos colocados a bordo de los satélites se utilizan para llevar a cabo observaciones imposibles de realizar desde la Tierra debido a la absorción de radiación de la atmósfera. Con el empleo de detectores y telescopios de rayos X se han descubierto un gran número de fuentes de rayos X. También es posible la observación de la radiación ultravioleta y la detección de los rayos gamma emitidos por los objetos celestes. En 1983, con el satélite IRAS de astronomía infrarroja, los astrónomos hicieron las primeras observaciones detalladas del núcleo de nuestra galaxia.


Los satélites artificiales se alimentan mediante células solares, mediante baterías que se cargan con las células solares y, en algunos casos, mediante generadores nucleares, en los que el calor producido por la desintegración de los radioisótopos se convierte en energía eléctrica. Los satélites están equipados con transmisores de radio para enviar datos, con radiorreceptores y circuitos electrónicos de almacenamiento de datos, y con equipos de control como sistemas de radar y de guía para el seguimiento de estrellas.

Los satélites se colocan en órbita mediante cohetes de etapas múltiples, también denominados lanzadores. Para ello, la NASA desarrolló el proyecto Lanzadera Espacial y la Agencia Espacial Europea el programa Ariane. En los últimos tiempos la República Popular de China ha desarrollado el lanzador Larga Marcha, mucho más barato que cualquiera de los anteriores; el tiempo dará cuenta de su fiabilidad.
En los últimos años, la tecnología satelital ha recobrado gran importancia en el terreno de las comunicaciones. El desarrollo de la fibra óptica parecía que iba a obstaculizar la evolución de los satélites artificiales de comunicación, como consecuencia de sus características de transmisión (Velocidad, Capacidad, Durabilidad…), pero pocos pensaron en los diversos retos que debía enfrentar esta tecnología de comunicación (geográficos, climáticos, y sobretodo financieros).
Para cumplir el propósito de ampliar las comunicaciones, integrando todos los rincones de la tierra, la exploración terrestre no ha sido suficiente. La fibra óptica ha proporcionado grandes ventajas en materia de comunicaciones, pero los altos costos de inversión para su desarrollo se han convertido en una limitante muy importante. Por tal motivo los satélites artificiales de comunicación aún se presentan como una buena opción. Relativamente los costos de inversión son menores, y el alcance es mayor.
Los satélites artificiales geoestacionarios posicionados sobre el ecuador aproximadamente a 36,000 Km de la superficie terrestre, son idóneos para la comunicación en casi todos los puntos de la tierra. En 1957 se lanzó el primer satélite artificial Sputnik I de la entonces URSS, 42 años después operan aproximadamente 600 satélites geoesíncronos o geoestacionarios (GEOs). En México se cuenta con tres satélites geoestacionarios: Solidaridad I (1994) y Solidaridad II (1995), que sustituyeron a los satélites Morelos I y Morelos II (1985), y el Satmex 5, primer satélite comercial mexicano que lanza una entidad privada (Satmex) y que proporciona cobertura a casi todo el continente americano.
La función de los satélites de comunicación será muy importante, durante los siguientes 10 años, principalmente en áreas como: Internet, Educación a distancia, Radiodifusión (Televisión comercial, Televisión corporativa, Televisión Directa al Hogar, y Televisión por cable), Telefonía (Internacional, rural), y Telemedicina. Por ejemplo, en el caso del sector educativo, desde hace 5 años Edusat desarrolla programas de alfabetización a distancia en todo el país, cubriendo todos los niveles. También gracias a la transmisión vía satélite, el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey ha desarrollado el concepto de "Universidad Virtual", consolidándose así como líder en Latinoamérica en el área de educación a distancia.


los rayos

RAYOS

Afortunadamente para los chilenos, nuestro país no tiene una alta frecuencia de tormentas eléctricas, de modo que los rayos son más bien una rareza.
     Lo anterior es bastante afortunado si consideramos que la Tierra es golpeada por aproximadamente 100 rayos cada segundo y en cualquier momento (ahora mismo, por ejemplo) sufre 2.000 tormentas eléctricas simultáneamente. Países como Estados Unidos sufren unos 20.000.000 de rayos al año, procedentes de unas 100.000 tormentas eléctricas. Los estados más afectados son como Florida (y la ciudad de Tampa, en particular), Georgia, Carolina del Sur, Nueva York u Oklahoma sufren miles de rayos cada año. De hecho, EEUU presenta un promedio anual de 87 víctimas fatales y cerca de 500 heridos, superando a tornados, inundaciones y huracanes.
     En Chile, según la Dirección Meteorológica de Chile, las tormentas eléctricas no sobrepasan unas pocas decenas, especialmente en Septiembre, y es por lo tanto excepcional que se reporten lesiones o muertes por rayos, aunque se están haciendo habituales las denuncias de daños de artefactos eléctricos atribuibles a descargas eléctricas provenientes de un rayo. 


 Un rayo es una descarga eléctrica que golpea la tierra, proveniente de la polarización que se produce entre las moléculas de agua de una nube (habitualmente las cargas positivas se ubican en la parte alta de la nube y las negativas en la parte baja), cuyas cargas negativas son atraídas por la carga positiva de la tierra, provocándose un paso masivo de millones de electrones a esta última. Esta descarga puede desplazarse hasta 13 kilómetros, provocar una temperatura de 50.000 °F (unos 28.000°C o sea tres veces la temperatura del Sol), un potencial eléctrico de más de 100 millones de voltios y una intensidad de 20.000 amperes.
      La velocidad de un rayo puede llegar a los 140.000 km por segundo.
      En el punto de entrada a la tierra, el rayo puede destruir, de acuerdo a su potencia y a las características del suelo, un radio de 20 metros.
      Esta polarización de las cargas eléctricas de una nube es lo que se denomina electrostática, fenómeno que está presente en nuestra vida diaria. Incluso nosostros mismos podemos acumular electrostática y, por ejemplo al tocar a otra persona, descargarla como una chispa de corriente que nos produce cierto sobresalto. Las nubes crean esta chispa a escala gigante. El trueno no es otra cosa que la onda expansiva provocada por esta tremenda energía liberada, originando el ruido característico que todos hemos oido alguna vez. Esta magnífica energía contenida en un rayo es lo que hizo que prácticamente todas las culturas, comenzando por Zeus, Thor (trueno), Musulmanes, Hindues, Navajos o Araucanos, le atribuyeran al rayo y el trueno un origen divino, ya sea como castigo o señal. Ni nuestro Viejo Pascuero (Santa Claus o Papá Noel) escapó al influjo de tales fenómenos, ya que dos de sus renos fueron llamados Donner (trueno) y Blitzen (rayo).
     Muchos científicos como Newton y Franklin desarrollaron investigaciones al respecto y , sobre todo este último, diseñaron sistemas que atraían estas cargas eléctricas hacia la tierra (pararrayos), de manera de evitar que se acumulara en grandes proporciones y evitar sus efectos indeseables.   



Los rayos se pueden clasificar de acuerdo a su inicio y destino en:
     Nube a cielo o "duendes", que son descargas hacia la atmósfera, más arriba de las nubes.
     Nube a Tierra, los más típicos y espectaculares (y peligrosos, por supuesto)
     Intranubes, es decir dentro de una misma nube. Aparecen como relámpagos con algunos truenos.
     Internubes, de una nube a otra, con grandes truenos

El rayo: ¿creador de la vida?
      El rayo, a niveles no tan masivos como en una tormenta eléctrica, pudo haber jugado un papel fundamental en la creación de la vida en la Tierra. Harold Urey, Premio Nobel de Química en 1934, propuso que la tierra estaba formada inicialmente por amonio, hidrógeno, metano y vapor de agua. Stanley Miller,  uno de sus alumnos, creó experimentalmente en 1950 un ambiente conformado sólo con los elementos mencionados . Pero le agregó una chispa eléctrica para iluminarlo y descubrió que, habiéndose previamente cerciorado de que ninguna estructura viva había en el ambiente por él diseñado, después de una semana encontró que se habían formado aminoácidos, los componentes de las proteínas. 

Lugares de riesgo:
        Para estar verderamente libres de un rayo, tenemos que alejarnos a más de 13 km de donde éste se produce. Por cada 10 segundos contados entre el trueno y el rayo, debemos considerar que hay 3 km entre nosotros y el origen del rayo. Pero como en la práctica es muy difícil predecir dónde se va a producir el próximo rayo, debemos evitar los siguientes sitios:
     Fuera de casa:  Son especialmente peligrosos los árboles altos o solitarios. Igual cosa los postes o estructuras metálicas como rejas, antenas, cabinas de teléfonos, etc. Estar solo en un espacio abierto y plano. Vehículos abiertos como tractores, convertibles (autos grandes y cerrados son más seguros), botes, etc.
     Dentro de la casa:  Líneas telefónicas y eléctricas. Cañerías y plomería en general.
Medidas de Seguridad y Emergencia
Antes de que comiencen los rayos . . . 
     · No deje de mirar el cielo. Observe si el cielo se oscurece, si hay relámpagos o si el viento cobra fuerza. Escuche si hay truenos.
     · Si Ud. puede escuchar los truenos, Ud. está lo suficientemente cerca de la tormenta como para que le alcance un rayo. Diríjase inmediatamente a un lugar seguro.
     · Sintonice la radio que transmite información meteorológica (NOAA), la radio comercial o la televisión para recibir los últimos pronósticos del tiempo.Si se acerca la tormenta . . . 
     · Busque refugio dentro de un edificio o de un automóvil. Mantenga las ventanas cerradas y evite los automóviles convertibles.
     · Las líneas de teléfono y las cañerías de metal pueden conducir electricidad. Desenchufe los aparatos electrodomésticos. Evite usar el teléfono y los electrodomésticos. (El dejar las luces prendidas, sin embargo, no aumenta el riesgo de que su casa sea alcanzada por un rayo).
     · Evite bañarse, ducharse o usar agua corriente para cualquier otro propósito.
     · Apague el aire acondicionado. La sobre tensión ocasionada por los rayos puede dañar el compresor ocasionando la necesidad de reparaciones costosas.
     · Cierre las cortinas y las persianas de las ventanas. Si los vidrios se quiebran debido a objetos lanzados por el viento, las persianas impedirán que los trozos de vidrio se hagan añicos dentro de su vivienda.
Si Ud. está a la intemperie . . . 
     · Si Ud. está en un bosque, refúgiese bajo los árboles más bajos.
     · Si Ud. está navegando o nadando, diríjase inmediatamente a tierra firme y busque refugio.
Después de que pase la tormenta . . . 
     · Manténgase alejado de las áreas afectadas por la tormenta.
     · Escuche la radio para recibir información e instrucciones.
Si un rayo alcanza a una persona . . . 
     · Las personas alcanzadas por un rayo no mantienen la descarga eléctrica y se les puede asistir sin riesgo.
     · Pida ayuda por teléfono. Haga que una persona llame al 911 ó al número local para emergencias (Servicios Médicos de Urgencias).
     · La persona lesionada recibió una descarga eléctrica y puede tener quemaduras por donde la alcanzó el rayo y por donde la electricidad abandonó su cuerpo. Verifique si tiene quemaduras en ambas partes.
     El recibir una descarga eléctrica también puede causar daños al sistema nervioso, quebrar los huesos, y pérdida de audición o visión. El 80 a 90% de las personas que sufren el impacto de un rayo pueden sobrevivir si reciben la atención adecuada (Ray Sullivan, un guardaparques de EEUU habría sido golpeado 7 veces por diferentes rayos entre 1942 y 1976..., y no murió) .
    · Adminístrele primeros auxilios. Si la persona no respira, comience la respiración de salvamento. Si el corazón le ha dejado de latir, una persona adiestrada debería administrarle reanimación cardiopulmonar (RCP). Si la persona tiene pulso y respira, observe y cuide de otras posibles lesiones. Aprenda primeros auxilios y RCP tomando un curso de primeros auxilios y RCP de la Cruz Roja. Llame al Capítulo de la Cruz Roja de su localidad para informarse de los horarios y los costos de las clases.

los meteoritos

METEORITOS

La palabra meteorito significa fenómeno del cielo y describe la luz que se produce cuando un fragmento de materia extraterrestre entra a la atmosfera de la Tierra y se desintegra.
La palabra meteoroide se aplica a la propia partícula, sin hacer referencia al fenómeno que se produce cuando entra a la atmósfera. Hay muchísimos meteoroides y pocos meteoritos. Algunos de los meteoritos que se han estudiado parece que venían de la Luna y otros de Marte. La mayoría, sin embargo, son fragmentos de asteroides o de cometas.
También hay corrientes de meteoroides, que se han formado por la desintegración de núcleos de cometas. Cuando coinciden con la Tierra se origina una lluvia de meteoritos (o, si es muy intensa, una tempestad) que puede durar unos cuantos días.
Cada día entran en la atmósfera terrestre una gran cantidad de meteoroides, varios cientos de toneladas de materia. Pero la mayoría son muy pequeños. Sólo los grandes alcanzan la superficie para convertirse en meteoritos. El mayor meteorito encontrado (Hoba, en Namibia) pesa 60 toneladas.
Los meteoroides entran en la atmósfera a una velocidad media que oscila entre 10 y 70 km/s. Los pequeños y medianos se frenan rápidamente hasta unos cientos de km/hora debido a la fricción, y cuando caen a tierra (si llegan) lo hacen con poca fuerza. Solamente los grandes conservan la velocidad suficiente para dejar un cráter.

Hay tres clases de meteoritos: los litosideritos estan formados por materiales rocosos y hierro. Constituyen apenas un uno por ciento de los meteoritos. Los meteoritos rocosos, formados solamente por rocas, son los más abundantes. Los meteoritos ferrosos, un 6% del total, contienen gran cantidad de hierro.
El estudio de meteoritos revela datos interesantes. Son buenos ejemplos de la materia primitiva del Sistema Solar, aunque en algunos casos sus propiedades han sido alteradas.
El único hierro que conocían los humanos antes de inventar la forja provenía de los meteoritos. Los minerales terrestres que contienen hierro no tienen resistencia. El hierro extraterrestre nos puso en la pista de la metalúrgia.
Algunas catástrofes del pasado pueden haber sido causadas por meteoritos, como la extinción de los dinosaurios del Cretaceo, hace 65 millones de años, provocada por la caída de un meteorito de unos 10 Km. de diámetro. O, al menos, así lo creen algunos astrónomos.