jueves, 6 de octubre de 2016

Un encuentro cercano con Encelado

A aproximadamente 1.600 millones de kilómetros, o más de 980 millones de millas de la Tierra, la nave espacial Cassini, de la NASA, se desplaza a toda velocidad a través de la estrellada expansión del espacio. Desde su punto de observación, orbitando Saturno, la Tierra es nada más que un minúsculo punto de luz para nada diferente de las estrellas que enmarcan al maravilloso planeta de los anillos.
La nave espacial Cassini ha estado orbitando Saturno desde el año 2004 y ha llevado a cabo docenas de sobrevuelos de las fascinantes lunas de Saturno. Su próximo encuentro cercano con Encelado, que se llevará a cabo el 28 de octubre de 2015, promete arrojar resultados emocionantes.
Encelado ostenta un paisaje cubierto de hielo, aparentemente estéril, repleto de profundos cañones, apodados “rayas de tigre”. Debajo de su exterior cubierto de hielo se agita un océano global, el cual recibe parte del calor de las mareas de Saturno y de otra luna, Dione, con fumarolas en el lecho marino que despiden agua a al menos 90 °C (194 °F). Los penachos de vapor de agua y las partículas de hielo emanan de su superficie como si fueran los chorros de un géiser, lo cual proporciona pistas de que hay mucho más de lo que parece en este paisaje lunar cubierto de hielo.
La nave Cassini planeará a través de los chorros ubicados en el polo sur de la luna, a tan solo algo más de 48 kilómetros (30 millas) por encima de la superficie.
“A pesar de que el sobrevuelo del 28 de octubre no será el más cercano que hemos hecho a Encelado, es el sobrevuelo más cercano que se ha realizado sobre el polo sur y a través del penacho”, dice Linda Spilker, la científica del Proyecto Cassini, en el Laboratorio de Propulsión a Chorro (Jet Propulsion Laboratory, o JPL, por su sigla en idioma inglés). “Estaremos explorando in situuna región del penacho de la cual Cassini nunca ha tomado muestras. ¡Esto es muy emocionante para mí!”
Entonces, ¿qué es lo que causa estos penachos y por qué son tan importantes? Los vastos océanos subterráneos de Encelado pueden ser efervescentes y pueden estar repletos de gas. Cuando el gas y las partículas de hielo se elevan a la superficie son expulsados en forma de penachos que emanan desde las “rayas de tigre”. En palabras de Linda Spilker, el proceso es similar a “agitar una botella de bebida gaseosa; el gas no tiene adónde ir, excepto hacia arriba y hacia afuera”.
Sin embargo, los penachos son más que simplemente gas y agua; las muestras indican que también contienen muchos de los bloques fundamentales que son esenciales para la vida parecida a como es en la Tierra. Esto lleva a pensar en la emocionante posibilidad de que en Encelado podrían existir organismos similares a aquellos que prosperan en nuestros propios océanos profundos, cerca de las fumarolas volcánicas que emanan dióxido de carbono y sulfuro de hidrógeno. A pesar de que todavía es muy pronto para saber exactamente cuán complejas podrían ser las potenciales formas de vida en Encelado, los científicos especulan que al menos la vida microbiana es una posibilidad real.
En el futuro, otra nave espacial diferente podría viajar a través del sistema solar para visitar al gélido Encelado. Esta nave espacial, a diferencia de Cassini, podría estar diseñada para aterrizar sobre la superficie de Encelado, cerca de una de sus “rayas de tigre”. Esta sonda podría tomar muestras de manera más directa, bordeando todo el penacho.
“Lo ideal sería que pudiera tomar muestras desde el borde de una de las rayas de tigre”, especula Spilker. Esto garantizaría que los microbios expulsados desde el interior de Encelado fueran más abundantes y fáciles de recolectar.

Mundos dentro de otros mundos: El telescopio Hubble observa a través de las capas de un Neptuno cálido

Se dice que no se debe juzgar por las apariencias. Pero, ¿qué se puede decir de eso en relación con los planetas?
Tomemos a Neptuno como ejemplo. Hace muchos años, en especial desde 1989 cuando Voyager 2 sobrevoló Neptuno y midió su campo gravitatorio, que los astrónomos saben que el gigante azul alberga un mundo secreto en su interior. Oculto muy por debajo de las partes superiores de las nubes azuladas yace un núcleo rocoso que no es mucho más grande que la Tierra. ¡Urano también tiene uno! Estos “mundos dentro de otros mundos” podrían tener propiedades exóticas que incluyen océanos abrasadores y lluvias brillantes.
Si tan solo los investigadores pudieran quitar las nubes para poder observar más de cerca...
A alrededor de 30 años luz de distancia, a un planeta de tamaño similar al de Neptuno le están “quitando” algunas de sus capas.
Utilizando el Telescopio Espacial Hubble (Hubble Space Telescope, en idioma inglés), de la NASA, astrónomos han descubierto una inmensa nube de hidrógeno que se está evaporando de un planeta llamado GJ 436b, el cual tiene el tamaño de Neptuno.
“Esta nube es espectacular”, señala el jefe del estudio, David Ehrenreich, del observatorio de la Universidad de Ginebra, en Suiza. “El equipo de investigaciones la ha apodado ‘El Gigante’”.
La atmósfera del planeta se está evaporando debido a la extrema radiación que proviene de su estrella madre (un proceso que podría haber sido todavía más intenso en el pasado).
“La estrella madre, que es una enana roja apenas visible, alguna vez estuvo más activa”, dice Ehrenreich. “Esto significa que la atmósfera del planeta se evaporó más rápidamente durante sus primeros mil millones de años de existencia. En total, estimamos que el planeta puede haber perdido hasta un 10 por ciento de su atmósfera”.
Se considera que GJ 436b es un “Neptuno cálido” debido a su tamaño y porque está mucho más cerca de su estrella madre que lo que Neptuno está de nuestro propio Sol. Orbita a una distancia de menos de 4,8 millones de kilómetros (3 millones de millas) y se desplaza alrededor de la enana roja central en apenas 2,6 días terrestres. A modo de comparación, la Tierra está ubicada a 150 millones de kilómetros (93 millones de millas) del Sol y completa su órbita cada 365,24 días.

El uso de tabletas en el espacio

Cuando comenzó la Era Espacial, no existía la “interfaz gráfica del usuario”. Los astronautas interaccionaban con sus aparatos electrónicos utilizando únicamente perillas e interruptores de palanca. Era una época diferente.
Pero adelantemos rápidamente hasta el año 2015.
Las perillas y los interruptores de la década de 1950 han sido reemplazados por una cabina de mando vidriada, donde la mayoría de las tareas de comando se llevan a cabo a través de controles regidos por un software. Las antiguas torsiones y giros pronto pueden ser reemplazados por una compleja combinación de golpecitos, toques y giros hechos con la punta de los dedos.
Muchas tareas que se llevan a cabo en el interior de una nave espacial moderna involucrarán habilidades motoras finas, como el tipeo o la interacción con una pantalla táctil de computadora”, dice Kritina Holden, quien es la principal investigadora del experimento denominado Fine Motor Skills (Habilidades Motoras Finas, en idioma español), el cual ya está en camino en la Estación Espacial Internacional (International Space Station, en idioma inglés). “En el futuro, los astronautas utilizarán computadoras portátiles para llevar a cabo muchas tareas, entre las que se incluyen: el mantenimiento, la capacitación, los tratamientos médicos, las tareas relacionadas con la ciencia, la confección de horarios y la planificación”.
Se sabe que la microgravedad puede tener un efecto perjudicial sobre el cuerpo humano (atrofia muscular, debilitamiento de huesos y funcionamiento inadecuado del sistema inmunitario). ¿También se ven afectadas las habilidades motoras finas?
El experimento Fine Motor Skills tiene como objetivo averiguarlo.
“En verdad, no hemos detectado problemas. Pero este tipo de desempeño ciertamente no ha sido medido sistemáticamente en el espacio”, dice Holden, quien trabaja en Lockheed Martin, en Houston, Texas. “Algunos experimentos han demostrado que lleva más tiempo realizar las tareas en microgravedad que en el suelo, pero todavía ningún estudio ha considerado los tipos de pruebas que se incluyen en esta investigación”.
El experimento Fine Motor Skills estudia los efectos que tiene la exposición prolongada a la microgravedad sobre el tipo de desempeño en las tareas que requieren habilidades motoras finas, las cuales son necesarias para interaccionar con dispositivos basados en computadoras, como las computadoras que poseen formato de tableta, con pantallas táctiles. Los miembros de la tripulación realizarán cuatro tipos de tareas en un iPad: apuntar, arrastrar, trazar formas y rotar.
“Nuestra verdadera preocupación es asegurarnos de que los miembros de las tripulaciones futuras puedan usar con precisión sus dispositivos informáticos ubicados a bordo y también que los puedan emplear sobre una superficie planetaria después de un largo viaje, por ejemplo, a Marte”.
Imagine lo que podría suceder si una tarea manual incorrecta no permitiera que un astronauta revisara con precisión el sistema de soporte vital en una nave espacial del futuro.
“Si hallamos fallas en el desempeño en este estudio de larga duración, quizás necesitemos desarrollar algunos ejercicios o tareas de práctica para conservar el alto nivel de precisión en las tareas motoras finas”, explica Holden.

En busca de la Tierra 2.0

23 de noviembre de 2015: La nave espacial Kepler, de la NASA, es una prolífica cazadora de planetas ubicados fuera de nuestro sistema solar. Desde su lanzamiento, que se llevó a cabo en el año 2009, Kepler ha confirmado más de 1.000 de estos exoplanetas y ha catalogado miles de más planetas candidatos. La colección incluye planetas con densidades mayores que la del hierro y menores que la del poliestireno extruido; planetas más pequeños que Mercurio y más grandes que Júpiter, planetas con un Sol, dos soles ¡e incluso cuatro soles!
La cantidad y variedad de exoplanetas es emocionante para los investigadores pero, de cierta manera, la colección deja algo que desear. La gente común, al igual que los científicos, comparte el deseo de hallar un tipo de mundo en particular (un mundo como la Tierra) que nos hable como no pueden hacerlo los “Júpiter calientes” y los múltiples sistemas de estrellas.
Anhelamos un mundo cuya existencia nos diga: “No estamos solos”.
Kepler acaba de encontrar al análogo más cercano al sistema Tierra-Sol.
En julio de 2015, la NASA anunció el descubrimiento de Kepler-452b, un exoplaneta algo más grande que 1½ vez el ancho de la Tierra, el cual orbita una estrella de tipo G2 similar a nuestro propio Sol. Y es más, la órbita de Kepler-452b está ubicada en la “Zona Ricitos de Oro” (“Goldilocks Zone”, en idioma inglés) de su sistema estelar, donde la temperatura es justo la adecuada para que exista agua líquida. También se la conoce como la “zona habitable” porque, para que exista la vida tal como la conocemos, es necesario que haya agua.
“Podemos pensar en Kepler-452b como un primo más viejo y más grande de la Tierra”, señala Jon Jenkins, del Centro de Investigaciones Ames (Ames Research Center, en idioma inglés), de la NASA, quien dirigió el equipo que descubrió a Kepler-452b. “Es alucinante pensar que este planeta ha pasado 6 mil millones de años en la zona habitable de su estrella; más tiempo que la Tierra. Esa es una significativa oportunidad para que surja la vida si se dan todos los componentes y condiciones necesarios para que exista la vida en este planeta”.
Kepler-452b no es el primer exoplaneta que se descubrió en una zona habitable. En efecto, alrededor de una docena de esos mundos, de este tamaño, han sido descubiertos hasta el momento; es decir, de 10 a 15 planetas entre la mitad y el doble del diámetro de la Tierra, según cómo se defina la zona habitable y teniendo en cuenta algunas dudas en los tamaños de los planetas medidos.
Entre esa docena, Kepler-452b es el que más dispara la imaginación porque es el análogo más cercano al sistema Tierra-Sol que se ha descubierto hasta la fecha: un planeta apenas un poco más grande que una vez y media el diámetro de la Tierra orbitando la zona habitable de una estrella muy parecida a nuestro propio Sol.
En Kepler-452b, un año dura 385 días, apenas unas pocas semanas más que un año en la Tierra. El planeta está ubicado solo un 5 por ciento más lejos de su estrella madre que lo que la Tierra está del Sol. Esta distancia extra se encuentra mitigada por luz solar extra. La estrella madre de Kepler-452b es un 20 por ciento más brillante y tiene un diámetro que es un 10 por ciento más grande que el Sol. Las similitudes son, por cierto, destacables.
John Grunsfeld, un administrador asociado del Directorio de Misiones Científicas de la NASA, en las oficinas centrales de la entidad, ubicadas en Washington, DC., afirma: “Este emocionante resultado nos lleva un paso más cerca para hallar una Tierra 2.0”.

Una nueva herramienta para hacer que los incendios incontrolables sean menos desenfrenados

1 de diciembre de 2015: Los incendios forestales en Estados Unidos arrasan con un promedio de 7 millones de acres de tierra por año. La parte oeste de Estados Unidos es uno de los peores “focos” de incendios forestales de la Tierra. En los estados occidentales, la sequía y el calor son los ingredientes perfectos para que los incendios incontrolables se tornen más desenfrenados. El calor y las sequías convierten en combustible seco a las plantas y a los árboles, y los vientos pueden esparcir el incendio con una velocidad de hasta 22,5 kilómetros (14 millas) por hora.
Una nueva herramienta patrocinada por la NASA está logrando que los incendios incontrolables sean menos desenfrenados al posibilitar que los directores de los cuarteles de bomberos en Estados Unidos puedan detectar y rastrear mejor los incendios.
La nueva herramienta utiliza datos en alta resolución que provienen de un sensor especial ubicado en el satélite de la Alianza Nacionalde SatélitesPolaresSuomi(Suomi National Polar-orbiting Partnership, o NPP, por su sigla en idioma inglés). Imágenes satelitales anteriores de incendios incontrolables han mostrado el sitio donde se localizan los incendios. Pero, con excepción de los incendios más grandes, no muestran claramente hacia dónde se dirigen las amenazantes llamas. Las imágenes proporcionadas por el Radiómetro de Imágenes en el Infrarrojo Visible (Visible Infrared Imaging Radiometer Suite, o VIIRS, por su acrónimo en idioma inglés), ubicado en la NPP, son casi tres veces más detalladas (tienen aproximadamente una resolución de 1.200 pies vs una resolución de 3.280 pies).
Esto significa que los agentes pueden detectar y confeccionar mapas incluso de incendios relativamente pequeños y rastrear su avance con mayor detalle. Los directores de los cuarteles de bomberos pueden direccionar mejor su ataque antes de que un incendio se transforme en un infierno fuera de control que devore todo a su paso.
Los datos aportados por el VIIRS se pueden utilizar con un modelo de última generación que representa el estado del tiempo y los incendios con el fin de predecir con un rango de 12 a 18 horas de anticipación cómo cambiarán de dirección los incendios, tomando como base las condiciones del tiempo y del suelo. Con apenas unos minutos de trayectoria del satélite, los usuarios pueden detectar dónde están ubicados los incendios activos y pueden anticipar repentinos estallidos y cambios en la dirección de un incendio, lo que podría ayudar a mantener a salvo a los bomberos.
El Instituto Meraka (Meraka Institute, en idioma inglés), ubicado en Pretoria, Sudáfrica, fue el que primero adoptó el nuevo producto para detectar incendios y lo puso en funcionamiento durante varios incendios incontrolables importantes que tuvieron lugar en el Parque Nacional Kruger (Kruger National Park, en idioma inglés), en Sudáfrica.
Philip Frost, del Instituto Meraka, dijo: “Tuvimos algunos incendios incontrolables graves en septiembre de 2014 y los datos aportados por el VIIRS, que abarcan 375 metros, dieron excelentes resultados”.
Wilfred Schroader, de la Universidad de Maryland, en Collage Park, afirmó: “Esperamos que los datos de detección en más alta resolución y los resultados de los modelos de comportamiento de los incendios se traduzcan en situaciones tácticas para combatirlos; ojalá que podamos reducir la presión sobre quienes trabajan en la dirección de los cuarteles de bomberos”. Schroeder dirige el equipo del proyecto que desarrolló el modelo de las condiciones del tiempo y de los incendios junto con Janice Coen, del Centro Nacional para Investigaciones Atmosféricas (National Center for Atmospheric Research, o NCAR, por su sigla en idioma inglés), ubicado en Boulder, Colorado.
El nuevo producto para la detección de incendios VIIRS fue desarrollado con el apoyo de la división Ciencias de la Tierra, de la NASA, así como de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (National Oceanic and Atmospheric Administration, en idioma inglés) y del Servicio Forestal de Estados Unidos (U.S. Forest Service, en idioma inglés).

El escape de los electrones destructivos

14 de diciembre de 2015:Advertencia: La Tierra está rodeada por electrones que pueden ser perturbadores para nuestra tecnología.
Electrones de alta energía habitan los cinturones de radiación de Van Allen en lo alto, por encima de la Tierra. A pesar de que estos electrones no representan problema alguno para los seres humanos, sobre la superficie de la Tierra, donde estamos protegidos por la atmósfera, se los ha culpado por muchas fallas que se han producido en las naves espaciales. Multitudes de electrones pueden penetrar y electrificar el revestimiento de los satélites y de los aparatos electrónicos sensibles de circuito corto. Por lo tanto, es una buena idea evitarlos.
Para hacerlo, sin embargo, hay que descubrir dónde están. Y eso es un problema porque estos electrones pueden llegar a ser muy escurridizos.
Los cinturones de Van Allen fueron descubiertos en el año 1958 y su hallazgo fue uno de los primeros logros científicos de la era espacial. Se sabe que durante las tormentas solares, los electrones de alta energía de los cinturones han desaparecido (para retornar apenas unas horas más tarde). Este extraño fenómeno fue avistado por primera vez en la década de 1960 y, desde entonces, ha perturbado a los científicos.
En el año 2012, la NASA lanzó las Sondas para Tormenta del Cinturón de Radiación (Radiation Belt Storm Probes, o RBSP, por su sigla en idioma inglés), las cuales desde entonces han recibido el nombre de Sondas Van Allen (Van Allen Probes, en idioma inglés). En vez de evitar los cinturones de radiación, estas naves espaciales fuertemente acorazadas vuelan regularmente hacia ellos. Su misión es descubrir qué es lo que hace que los cinturones sean tan peligrosos y, lo que es más, tan impredecibles.
Desde su lanzamiento, hace pocos años, las Sondas Van Allen han hecho muchos descubrimientos (como el de la existencia ocasional de un tercer cinturón de radiación, que no se conocía). El misterio de los electrones que desaparecen, no obstante, no ha sido resuelto por completo.
Una idea famosa entre los investigadores es que los electrones se precipitan hacia la parte superior de la atmósfera de la Tierra depositando así su energía muy alto en la superficie de nuestro planeta. ¿Pero cómo lo hacen? ¿Qué podría disparar una “lluvia” de electrones como esa?
Para responder esta pregunta, las Sondas Van Allen necesitaron ayuda, desde abajo.
Desde el año 2013, un equipo internacional de investigadores, dirigido por el físico Robyn Millan, de Dartmouth College, ha estado lanzando globos de investigación desde la Antártida; cada uno de ellos con una altura de más de 8 pisos. Estos enormes globos se desplazan a través de los vientos circumpolares alrededor del polo Sur, flotando a 40 kilómetros de altura mientras buscan signos de que los electrones están penetrando la atmósfera que está arriba.
El programa se llama “BARREL” (abreviatura de Balloon Array for Radiation-belt Relativistic Electron Losses, en idioma inglés, o Conjunto de Globos para Pérdidas de Electrones Relativistas del Cinturón de Radiación, en idioma español).
La lluvia de electrones, cuando ocurre, se revela mediante un brillo delator de rayos X. Estos rayos X son el sub-producto de los electrones que golpean a los átomos y las moléculas en la parte superior de la atmósfera. Los globos del programa BARREL están equipados con una carga útil de sensores para que puedan observar tales emisiones.
Ocasionalmente, los globos vuelan justo cuando las Sondas Van Allen pasan por encima de ellos. Tal conjunción es perfecta para esta investigación; las dos sondas pueden rastrear electrones desde arriba mientras que los globos lo hacen desde abajo.
Hubo dos de estas conjunciones el 3 y el 6 de enero de 2014; y los investigadores les sacaron provecho.
Trabajando en conjunto, las Sondas Van Allen y BARREL pudieron armar una vía de escape.
“Los electrones fueron gradualmente destruidos en el transcurso de varios días (en parte) por la interacción con el ‘silbido’ plasmaférico”, escribieron Millan y sus colegas en una carta publicada en la revista Nature (Naturaleza, en idioma español).
“Silbido plasmaférico” es una clase de radiación electromagnética u “ola de plasma” que puede dispersar electrones de alta energía hacia la Tierra. Observando hacia arriba desde la Antártida, BARREL pudo medir los electrones que perdían su energía en forma de rayos X relativamente inofensivos. El silbido plasmaférico fue observado simultáneamente por ambos satélites de las Sondas Van Allen.
Puede llegar a haber otras maneras para que los electrones escapen de los cinturones de Van Allen así que el misterio no está resuelto por completo. A medida que transcurrió el año 2015, el equipo del programa BARREL finalizó una tercera campaña de vuelos con globos sobre Suecia con el fin de buscar más pistas.

Músculos sintéticos

30 de diciembre de 2015: Los músculos son un milagro de la naturaleza. Convierten la energía en movimiento de manera más eficiente que cualquier motor a combustible o que cualquier motor eléctrico. Son extremadamente resistentes e incluso se curan a sí mismos. En vez de deteriorarse con el uso, nuestros músculos se fortalecen cuanto más los trabajamos.
Durante mucho tiempo, los investigadores han buscado la manera de recrear ese milagro en prótesis. Hasta el momento, nadie ha tenido éxito. Pero Lenore Rasmussen, la principal investigadora del Laboratorio Nacional de Estados Unidos (US National Lab, en idioma inglés), quien patrocinó la investigación denominada Synthetic Muscle (Músculo Sintético, en idioma español) en la Estación Espacial Internacional (International Space Station o ISS, por su sigla en idioma inglés), se está acercando.
Rasmussen ha concentrado sus esfuerzos en crear un nuevo tipo de material para fabricar prótesis resistentes pero flexibles, similares a los músculos reales, que son atractivas tanto por su forma como por su función. Su investigación la llevó hasta una clase de materiales “inteligentes”, llamados polímeros electroactivos.
“Los materiales inteligentes reaccionan a los estímulos externos como la luz, la temperatura y la electricidad. Al igual que los músculos reales, los polímeros electroactivos reaccionan a la electricidad, doblándose en respuesta a un impulso eléctrico, mientras que los músculos reales se contraen. Quise encontrar un material que se contrajera y que también se expandiera para afectar el movimiento. Para desarrollarlo, probé todos los candidatos posibles ¡y los tenía que cambiar!”
Ella tiene una razón personal para llevar a cabo esta investigación. Cuando estaba haciendo el posgrado, uno de sus primos perdió un pie en un accidente con un esparcidor de heno mientras trabajaba en la granja de su familia.
“Él perdió mucho tejido y la familia temió que perdiera también parte de la pierna y el pie”, dice Rasmussen. “Como la ‘científica de residencia’ de la familia, me pusieron a cargo de investigar sobre prótesis. Esto sucedió en la década de 1980, así que me decepcioné bastante con las prótesis que encontré. Las que parecían más reales se movían de manera torpe y aquellas que se movían bien, se veían artificiales. Eso sigue siendo cierto en la actualidad. Quiero lo mejor de ambos mundos para la gente que ha perdido extremidades, por eso he estado trabajando para crear un material que se vea natural y que se mueva bien”.
Resulta que pudieron salvar el pie y la pierna de su primo sin la necesidad de colocarle una prótesis, pero la experiencia la afectó profundamente.
Ahora, ella finalmente encontró el “material correcto”. Su creación (Synthetic Muscle™) se comporta muy parecido a un músculo humano y convierte la energía potencial eléctrica en movimiento mecánico.
“Se contrae en respuesta a la electricidad y, cambiando la polaridad aplicada, también puedo lograr expandirse, ¡lo que los músculos humanos no pueden hacer! El resultado es que este material se puede doblar, estirar y contraer o expandir en cualquier dirección”.
¿Pero qué tiene que ver todo esto con los viajes espaciales?
El músculo sintético que ella creó también se podría utilizar para fabricar robots humanoides que puedan ir hasta donde las personas no pueden o no quieren ir. Con la capacidad de imitar la destreza y la movilidad de los seres humanos, dichos robots podrían servir de asistentes humanos en el espacio, en las plantas nucleares o en las fuerzas armadas. De hecho, las muestras de Synthetic Muscle están siendo puestas a prueba para conocer su resistencia a la radiación en la investigación llamada Synthetic Muscle, en la estación, donde el medio ambiente permite exponer las muestras a una amplia variedad de radiaciones, todas al mismo tiempo.
En abril, se enviaron variaciones del material (con diferentes conservantes y recubrimientos) a la estación espacial, donde se las adhirió a las áreas menos protegidas de su interior. Las muestras están siendo fotografiadas cada 5 o 6 semanas durante la exposición, antes de que regresen a la Tierra en el año 2016, donde serán examinadas para ver cómo resistieron.

Encuentro cercano con Júpiter

7 de marzo de 2016:“665 millones de kilómetros” (413 millones de millas) parece ser un laaaargo camino. Pero algo que usted puede ver en marzo podría cambiar lo que piensa sobre eso.
El 8 de marzo de 2016, la Tierra y Júpiter tendrán un encuentro cercano y estarán solamente a 665 millones de kilómetros de distancia. Júpiter se elevará en el Este en la puesta de sol, y se verá tres veces más brillante que Sirio, la estrella más brillante del cielo. El planeta gigante estará “en lo alto toda la noche”, aparecerá directamente por encima nuestro a la medianoche y no se pondrá hasta que el cielo se ilumine con los tonos del crepúsculo, el 9 de marzo.
Los encuentros cercanos entre la Tierra y Júpiter ocurren cada 13 meses, cuando la órbita terrestre se superpone a la órbita de Júpiter en su vuelta alrededor del Sol. Los astrónomos llaman a estos eventos “oposiciones de Júpiter” porque Júpiter y el Sol están en lados opuestos del cielo.
La vista a través de un telescopio común es excelente. Como Júpiter está tan cerca, el disco del planeta se puede ver en gran detalle; y hay mucho para ver. La Gran Mancha Roja, ubicada en el hemisferio sur de Júpiter, es un ciclón más ancho que la Tierra y ha existido durante cientos de años. Es fácilmente reconocible entre los cinturones de nubes del planeta. Las cuatro lunas galileanas de Júpiter son fáciles de encontrar también. Estos son mundos del tamaño de un planeta, con volcanes activos (Io), océanos subterráneos (Europa), vastos campos de cráteres (Calisto) y misteriosos surcos globales (Ganímedes).
A una distancia de 665 millones de kilómetros, Júpiter se verá maravillosamente cerca.
Una nave espacial de la NASA, llamada Juno, está a punto de echarle una mirada aún más de cerca.
Lanzada en agosto de 2011, Juno alcanzará el planeta gigante el 4 de julio de 2016 e ingresará en una órbita elíptica polar que la llevará a apenas 4990 kilómetros (3100 millas) de las nubes de Júpiter en su punto más cercano en su órbita.
Esta proximidad permitirá a los investigadores explorar el interior de Júpiter, el cual ha permanecido oculto por mucho tiempo.
El investigador principal de Juno, Scott Bolton, del Southwest Research Institute (Instituto de Investigaciones del Suroeste, en idioma español), ubicado en San Antonio, Texas, dice: “Nuestro conocimiento de Júpiter es realmente muy superficial. Incluso la Sonda Galileo, de la NASA, que se zambulló en las nubes en 1995, no alcanzó a penetrar ni siquiera el 0,2% del radio de Júpiter”.
Juno levantará el velo sin tener que bucear dentro de las nubes. Bolton explica: “Juno pasará más de un año terrestre en órbita alrededor de Júpiter; más que cualquier otra nave espacial. La trayectoria de vuelo de la sonda cubrirá todas las latitudes y longitudes, permitiéndonos armar un mapa completo del campo gravitatorio y magnético de Júpiter y así investigar las capas interiores del planeta”.
Los investigadores esperan que Juno encuentre algo exótico en el interior del planeta gigante.
Júpiter está formado principalmente de hidrógeno, pero puede ser que solo las capas exteriores se encuentren en estado gaseoso. En su interior, es probable que las altas temperaturas y las presiones aplastantes transformen el gas en una forma exótica de materia conocida como hidrógeno metálico líquido, una forma líquida de hidrógeno parecida al resbaladizo mercurio de los termómetros tradicionales. El potente campo magnético de Júpiter seguramente nace de la acción de dínamo dentro de este vasto reino de líquido conductor de electricidad.
Otros instrumentos ubicados a bordo de Juno buscarán agua en la atmósfera de Júpiter y medirán la estructura de la temperatura de sus nubes, posiblemente resolviendo así misterios relacionados con la formación de Júpiter y su clima extremo.
Por último, pero no menos importante, está la JunoCam, una cámara a color creada siguiendo el modelo de la cámara colocada en el vehículo explorador todo terreno de Marte, llamado Curiosidad. La inmensa mayoría de los objetivos de la JunoCam serán elegidos por el público, quien también procesará los datos.
Bolton dice: “Queremos dar a la gente la oportunidad de participar con la NASA. Se trata de la ciencia ciudadana en su mejor momento”.
Acercándose a las nubes de Júpiter, la JunoCam podrá fotografiar enormes tormentas, poderosas auroras y, por supuesto, fenómenos desconocidos a quemarropa.
Hasta entonces, marque su calendario para el 8 y 9 de marzo, y vea a Júpiter desde su propio patio trasero. Luego comience a hacer una lista de deseos para la JunoCam. Después de todo, es su cámara.

Eclipse solar en Indonesia

8 de marzo de 2016: Los bosques de Indonesia albergan una de las más ricas poblaciones de pájaros cantores del mundo. Los ecoturistas viajan desde lejos para escucharlos cantar desde los frondosos árboles de las islas volcánicas del país.
El 9 de marzo de 2016, no mucho tiempo después del amanecer, momento en el que el bosque usualmente se llena de píos, trinos y gorjeos, los pájaros cantores de Indonesia harán silencio.
Así es cómo los pájaros cantores responden a un eclipse total de sol.
Hace años que los cazadores de eclipses tienen esta fecha marcada en sus calendarios. Es el único eclipse total del año 2016. Durante las primeras horas del 9 de marzo, la luna nueva pasará directamente frente al Sol. La sombra de la Luna se lanzará hacia la Tierra, y caerá primero sobre el Océano Índico, atravesando el sudeste asiático y desde allí al Océano Pacífico, donde el eclipse será parcialmente visible en partes de Alaska, Guam, Hawái y Samoa Americana.
Bajo la fresca sombra de la Luna, los observadores del cielo podrán ver la fantasmal corona del Sol; un espectáculo fascinante.
Sarah Jaeggli, una científica solar del Centro Goddard para Vuelos Espaciales (Goddard Space Flight Center, en idioma inglés), de la NASA, dice: “No puedo enfatizar lo suficiente lo especiales que son los eclipses solares. Los eclipses nos permiten ver una región de la atmósfera del Sol llamada la 'corona', que es generalmente invisible para nosotros. Podemos ver la corona solar desde satélites y observatorios terrestres mediante el uso de dispositivos llamados 'coronógrafos', pero simplemente no podemos construir un coronógrafo que se compare con la Luna pasando frente al Sol. El gran tamaño de la Luna y su distancia de nosotros significa que se escapa menos luz del Sol desde los bordes que interfiera con las observaciones de la atmósfera tenue del Sol”.
Ella enfatiza que “los breves vistazos de la corona durante los eclipses solares totales no son para desperdiciar”.
La experiencia de un eclipse total brinda, sin embargo, más que la vista de la corona. También proporciona la sensación de sombra fresca de la Luna que baja la temperatura del aire en 5 °F dentro de la trayectoria de la totalidad. Es el sonidode la vida silvestre que responde al extraño e inesperado anochecer.
Los pájaros cantores se callan.
Las ranas y los grillos sustituyen el canto de los pájaros con su propio coro nocturno.
Charlotte Vermeulen, una bióloga del Zoológico Artis de Ámsterdam, en los Países Bajos, dice: “Las libélulas se ocultan debajo de una hoja, las hormigas vuelven a su nido, las ovejas regresan a su lugar para dormir, las garcillas bueyeras vuelven a su percha nocturna y los saltamontes emiten chirridos más lentos y luego se detienen”. En agosto de 1999, hubo un eclipse solar parcial (98 por ciento), en Ámsterdam. Ella recuerda que mucha gente fue al zoológico durante el eclipse para ver las reacciones de los animales.
El 9 de marzo, en Indonesia, la totalidad durará unos 2 minutos, dando así mucho tiempo para reaccionar a los seres humanos y a la vida silvestre por igual.
Los científicos de la NASA estarán en Indonesia utilizando el eclipse para probar una nueva configuración del telescopio diseñado para estudiar la corona solar. El nuevo instrumento podrá observar la temperatura y la velocidad del material en la corona solar, proporcionando así información que podría ayudar a los científicos a entender la física de la corona, incluyendo cómo la atmósfera del Sol es mucho más caliente que su superficie. Ellos esperan enviar este diseño al espacio en el futuro, pero un eclipse en la Tierra les da una gran oportunidad para llevar a cabo algunas pruebas de bajo costo.
Este es el último eclipse solar total antes de que se produzca el “Gran Eclipse”, el año que viene. El 21 de agosto de 2017, el Sol y la Luna se alinearán otra vez. Esta vez, la sombra de la Luna cruzará la parte continental de Estados Unidos, creando así un eclipse total que estará a poca distancia en automóvil de decenas de millones de personas. Probablemente sea el mejor eclipse que se haya observado en la historia de la humanidad.
Si usted planea ser uno de esos cazadores de eclipses, recuerde: hay más de una manera de experimentar un eclipse. Observe la corona. Sienta el aire fresco. Escuche a los pájaros cantores y otros animales salvajes.

Lunas sorprendentes

11 de marzo de 2016: Cuando comenzó la Era Espacial, hace más de 50 años, los exploradores estaban ansiosos por visitar los planetas del sistema solar. A medida que pasaron los años, sin embargo, los astrónomos se fueron dando cuenta de que las lunas del sistema solar pueden llegar a ser incluso más interesantes.
Muchas de estas lunas son “mundos de agua”, y los científicos planetarios, al igual que los golden retriever, siempre siguen el agua.
“En la Tierra, donde hay agua, hay vida”, dice Brian Day, del Instituto Virtual de Investigaciones y Exploración del Sistema Solar (Solar System Exploration Research Virtual Institute, en idioma inglés), de la NASA. “No importa si hierve como las fuentes termales ácidas que forman burbujas en el Parque Nacional Yellowstone o si es tan gélida como las aguas del Ártico”.
Concentrémonos en Encelado, una pequeña luna que flota justo afuera de los anillos de Saturno. Este diminuto mundo maravilloso posee un vasto océano subterráneo que podría resultar amigable para la vida microbiana. Ese océano está cubierto por una gruesa corteza de hielo. Sin embargo, la nave espacial Cassini, de la NASA, encontró a Encelado “muy ocupado” despidiendo penachos de vapor de agua, partículas de hielo y compuestos orgánicos a través de fisuras ubicadas en la cubierta externa congelada. Cassini en verdad ha volado a través de estos penachos algunas pocas veces tratando de husmear su composición.
Day afirma: “Los emocionantes resultados que aportó la nave espacial Cassini han puesto a los investigadores a diseñar posibles misiones para el futuro, las cuales brindarían análisis más detallados del agua de Encelado y de su apariencia para buscar potenciales signos de vida”.
Titán, otra de las lunas de Saturno, está cubierta de una gruesa atmósfera compuesta de nitrógeno y metano. Existe evidencia de que Titán, como Encelado, tiene un mar de agua debajo de su capa de hielo. Pero la glacial superficie de Titán está salpicada de lagos de metano y etano líquido.
Day destaca que: “Es el único cuerpo del sistema solar, diferente de la Tierra, con abundante líquido en su superficie”.
Los mares de Titán intrigan a los astrobiólogos. Aquí en la Tierra, nuestros mares están repletos de vida; y, en verdad, puede ser que la vida haya comenzado en los mares. ¿Qué clase de vida puede surgir de los alienígenas mares de Titán? El exótico medio ambiente de los mares de hidrocarburos podría enseñar mucho a los astrobiólogos sobre la química básica que resulta esencial para la formación de la vida.
Existen más mundos acuosos con cortezas heladas en Júpiter. Europa, Ganímedes y, quizás, Calisto, también muestran contundentes evidencias de océanos de agua líquida ubicados debajo de sus cortezas heladas. A Day le encantaría “zambullirse” en Europa.
“Este es un mundo grande; mucho más grande que Encelado e incluso más grande que cualquiera de los ‘planetas enanos’. El océano de Europa es una gran masa de agua con un sorprendente potencial para la vida”.
De hecho, Europa tiene el doble de agua líquida que la Tierra y, al igual que el agua de Encelado, podría ser accesible.
“Existe evidencia de que Europa puede tener erupciones periódicas de penachos de agua, similares a las que se observan en Encelado. Hemos visto lo que podrían ser icebergs sobre la superficie, que parece nieve derretida. Todo esto nos brinda pistas prometedoras de lo que yace debajo: un océano de agua líquida”.
Mientras tanto, orbitando a Júpiter, no lejos de Europa, se encuentra una clase de satélite completamente diferente.
“Io”, señala Day, “es el cuerpo de nuestro sistema solar que está más activo volcánicamente”.
Io obtiene su feroz calor del calentamiento ocasionado por las mareas; es decir, el interior de la luna se estira y se encoge debido a la intensa gravedad de Júpiter.
“Cada luna se estira y se encoge, y con un tirón diferente, lo que causa la variación en el calentamiento causado por las mareas. Al orbitar más cerca de Júpiter que las demás lunas galileanas, Io es la que más se estira; de allí su vulcanismo. Europa, que es la siguiente luna más cercana a Júpiter, se estira menos, seguida por Ganímedes y Calisto”.
Day continúa diciendo: “El calentamiento que se produce debido a las mareas es una fuente de energía que puede derretir el hielo y expandir el potencial para la existencia de la vida. Esto crea una ‘zona habitable’ entre las lunas de Júpiter, donde Europa se coloca directamente en el medio”.
Los planetas son emocionantes, pero en el sistema solar hay una cantidad todavía mayor de asombrosas lunas.

Monitoreando la calidad del aire


27 de junio de 2016: La calidad del aire es un tema global. Las corrientes de aire arrastran sustancias gaseosas contaminantes en forma de partículas de una región a otra, de un país a otro, e incluso de un continente a otro. Las emisiones que se producen a causa de las actividades de los seres humanos, la luz solar, el estado del tiempo, la contaminación que viene de lejos, los incendios forestales y el polvo que esparce el viento, pueden afectar la calidad del aire. La calidad del aire puede variar de un día a otro e incluso, de una hora a otra. Abordar este tema global requiere un esfuerzo global y ese esfuerzo está en marcha.
Estados Unidos, Corea del Sur y la Unión Europea lanzarán varios nuevos satélites geoestacionarios empezando el año 2016 los cuales formarán parte de un sistema de monitoreo global de la calidad del aire. Este sistema incluye otros satélites, redes en tierra, modelos de la calidad del aire y muestras aéreas. Los satélites geoestacionarios permanecen ubicados en un solo lugar sobre la Tierra, lo que permite que los instrumentos colocados a bordo reúnan datos continuamente para monitorear el cambiante estado del aire en esa parte del globo.
En mayo de 2016, la NASA y el Instituto Nacional Coreano para la Investigación Ambiental (KNIER - Korean National Institute for Environmental Research, por sus suglas en inglés) comenzaron una misión precursora con el fin de prepararse para este sistema global de monitoreo de calidad del aire, el cual no tiene precedentes. El estudio denominado “Estudio Coreano – Estadounidense sobre la Calidad del Aire” (KORUS-AQ, por sus siglas en inglés) está evaluando la calidad del aire en Corea del Sur utilizando observaciones proporcionadas por aviones, estaciones en tierra, barcos y satélites. KORUS-AQ es uno de varios experimentos de campo que se están llevando a cabo este año y que monitorizarán la “salud” de nuestro planeta.
James Crawford, del Centro de Investigaciones Langley (LaRC - Langley Research Center, por sus siglas en inglés), de la NASA, afirma: “KORUS-AQ está ayudando a los científicos a comprender cuáles son los factores que afectan la calidad del aire, cómo interactúan las emisiones superficiales, el transporte atmosférico, las transformaciones químicas y cómo cambian con el paso del tiempo. KORUS-AQ nos prepara para tomar ventaja del sistema global que está por llegar, ejercitando todas las perspectivas de observación, integrando los datos y usándolos para poner a prueba nuestros modelos de la calidad del aire."
La península coreana es un sitio excelente para estudiar la calidad del aire. La ciudad de Seúl es una de las cinco áreas metropolitanas más pobladas del mundo y las emisiones locales que provienen de su sistema dinámico de transporte y de la industria, presentan desafíos similares a los que enfrentan las megaciudades del mundo con la calidad del aire. La posición de Corea, recibiendo el viento desde China, lleva a la luz el tema de la contaminación transportada versus contaminación local; además de la contaminación que llega desde las megaciudades de China, los penachos de polvo del desierto de Gobi pueden también encaminarse hacia la península de Corea. Esta complejidad relacionada con la contaminación local y la que llega de otros sitios demuestra la dificultad para idear estrategias destinadas a mejorar la calidad del aire.
En estos estudios, hay tres aviones involucrados. El laboratorio aéreo DC-8 de la NASA, que transporta instrumentos de la NASA y de Corea del Sur, está midiendo directamente la composición de la atmósfera sobre la península de Corea a altitudes de aproximadamente 1.000  a  25.000 pies de altura. El avión King Air de la NASA vuela más alto, con instrumentos a control remoto que simulan las observaciones satelitales. Corea del Sur está haciendo vuelos con su propio King Air, que transporta sensores surcoreanos y de la NASA para que puedan medir directamente la atmósfera en áreas donde el DC-8, más grande y menos ágil, no puede acceder. Además, los científicos coreanos están recolectando datos mediante su red terrestre de monitoreo de la calidad del aire, la cual está formada por más de 300 estaciones, y alojan instrumentos de la NASA en algunas de las estaciones terrestres.
En conjunto los investigadores de Corea del Sur y de Estados Unidos, están planeando y coordinando los vuelos y están dando pronósticos sobre la calidad del aire utilizando un grupo de simulaciones modelo. Los datos proporcionados por el KORUS-AQ brindarán una prueba importante de estos modelos y de su capacidad para predecir con precisión las condiciones de la calidad del aire.
“Es extremadamente importante mejorar los modelos," explica Crawford. “La confianza en nuestra capacidad para simular la calidad del aire actual nos permite dar el próximo paso y predecir cómo respondería la calidad del aire ante futuros escenarios de emisiones de gases. Asimismo, nos ayudaría tomar decisiones responsables en las diversas políticas destinadas a regular emisiones y poner a prueba cómo mejorarían la calidad del aire."
Las personas de todo el mundo se beneficiarán de este esfuerzo en equipo. Los científicos atmosféricos que utilicen los datos del KORUS-AQ y las futuras constelaciones de satélites geoestacionarios con el fin de medir la calidad del aire trabajarán juntos para ayudar a lograr que esos beneficios se hagan realidad.

Los investigadores estan ansiosos de descufrar los misterios de Bennu tambien por otra razón. Bennu gira alrededor del Sol entre las orbitas de Venus y Marte, asi que seis años cruza la órbita de nuestro planeta y se acerca a la Tierra . En el año 2135, Bennu tendrá un encuentro especialmente cercano con la Tierra, osea mas cerca de la órbita lunar. Este acercamiento cambiará la órbita de Bennu y será más difícil predecir cuánto más cerca de la Tierra puede que llegue después de ese encuentro cercano. Lauretta dice: “Tenemos que aprender todo lo que podamos acerca de Bennu”. Es bastante difícil predecir la trayectoria exacta de un asteroide como Bennu debido al efecto Yarkovsky. Bennu es un asteroide casi negro por lo tanto absorbe la luz del Sol y luego la expulsa en forma de calor, lo que actua como un suave propulsor que gradualmente cambiaria su trayectoria, a este efecto se le llama el efecto Yarkovsky. Edward Beshore, el principal investigador adjunto de la misión OSIRIS-REx, en la Universidad Arizona, afirma: “Obtendremos mediciones precisas del efecto Yarkovsky sobre Bennu mediante el seguimiento de OSIRIS-REx en su orbita alrededor del asteroide”. Si todo sale como está planeado, OSIRIS-REx encenderá su motor principal en marzo del año 2021 y asi comenzando su viaje de regreso a la Tierra. Las muestras llegarán en septiembre del año 2023, dentro de la cápsula de OSIRIS REX con pequeños trozos de Bennu, y aterrizara en el Área de Prueba y Entrenamiento de Utah (Utah Test and Training Range, en idioma inglés). A partir de ahi, la cápsula y su valioso contenido viajarán hasta el Centro Espacial Johnson (Johnson Space Center, en idioma inglés) de la NASA en Houston, TX, donde se efctuaran extensivos análisis de este primitivo asteroide primero por cientificos de la mision y luego por cientificos de todo el mundo.

Vaya afuera esta noche y contemple las estrellas.  Especialmente las estrechas brillantes que se encuentran bajas en el horizonte. Ellas centellean mientras las irregularidades en la atmósfera terrestre pasan desapercibidas.  
Estas irregularidades son imperceptibles para el ojo humano.  Lo mismo sucede con las señales del Sistema de Posicionamiento Global (GPS - Global Positioning System por sus siglas en inglés).
Las señales de radio centellean de manera muy similar a como lo parecen hacer las estrellas brillantes en longitudes de onda óptica. Esto puede tener efectos sobre el GPS, causando que las señales brillen y se desvanezcan, o que lleguen a la Tierra en momentos impredecibles. Todo esto podría deteriorar la exactitud del posicionamiento del GPS.
El centelleo ocurre porque las señales que envían los satélites del GPS hacia la Tierra pasan a través de una capa de la atmósfera llamada ionosfera. Las irregularidades que se producen en la ionosfera, a las que en la comunidad científica se refieren como depleciones o burbujas ionosféricas, atraviesan el hemisferio en el ecuador y son un elemento importante en la región geoespacial de baja latitud. Estas irregularidades forman enormes arcos en los hemisferios con ápices centrados en el ecuador magnético.
Para estudiar este fenómeno, la NASA construyó un instrumento llamado Investigación de la Dinámica de Iones Neutros Emparejados (CINDI - Coupled Ion-Neutral Dynamics Investigation, por sus siglas  en inglés) en el 2008. CINDI fueron lanzado al espacio junto con otros instrumentos ubicados a bordo de un satélite del Laboratorio de Investigaciones de la Fuerza Aérea (AFRL - Air Force Research Laboratory, por sus siglas en inglés), llamado Sistema de Predicción de Fallos de Navegación y Comunicaciones ( C/NOFS - Communication/Navigation Outage Forecasting System, por sus siglas en inglés). El propósito de CINDI es medir la ionización en la atmósfera superior y las irregularidades que causan el centelleo del GPS. 
El comportamiento de las irregularidades responsables del centelleo del GPS resultó ser sorprendente.
Rod Heelis, quien es el principal investigador de CINDI en la Universidad de Texas, en Dallas, explica: “De acuerdo a las observaciones actuales, la ionosfera se hace inestable poco después de que el Sol se pone. A medida que va oscureciendo los átomos ionizados y las moléculas comienzan a recombinarse para alcanzar un estado neutro. Durante este período de transición, de 1 a 2 horas después de la puesta del Sol, las irregularidades son bastante fuertes."
Sin embargo, se pensaba que esas irregularidades se iban desvaneciendo a medida que la noche transcurria  y, finalmente, desaparecían alrededor de la medianoche. 
“Pero eso no es lo que descubrió CINDI”, dice Heelis. “Hubieron muchas irregularidades cerca de la puesta del Sol, pero no desaparecían cuando se acercaba la medianoche. Al contrario, hubo otro pico en las irregularidades a medianoche. Este segundo pico pareció ser más pronunciado de Junio a Agosto."
Los científicos no están seguros por qué ocurre este segundo pico o por qué se observa una variación según la temporada, pero Rob Pfaff, un científico del proyecto CINDI en el Centro Goddard de Vuelos Espaciales (GSFC - Goddard Space Flight Center, por sus siglas en inglés) de la NASA, ubicado en Greenbelt, Maryland, señala: “Este comportamiento inesperado es un descubrimiento clave. Muestra que la ionosfera todavía puede sorprendernos."
Los investigadores todavía tienen mucho que aprender sobre la ionosfera y cómo puede afectar las señales de GPS y otros sistemas de satélites. CINDI volvió a ingresar a la atmósfera de la Tierra en noviembre de 2015 y obtuvo una vista incomparable de la ionosfera antes de que se desintegrara.
Pfaff agrega: “Al final de la misión C/NOFS, tuvimos esta grandiosa oportunidad de medir la ionosfera a altitudes mucho más bajas que las anteriores. De hecho, pudimos ver cizalladuras en los movimientos de la atmósfera superior, áreas en donde la ionosfera a altitudes más bajas fluía en la dirección opuesta a la de las altitudes más elevadas. Creemos que esta cizalladura puede ser una de las causas del centelleo del GPS."
Luego, dice Pfaff, está ICON, el Explorador de Conexión Ionosférica (Ionospheric Connection Explorer, por sus siglas en inglés), cuyo lanzamiento está programado para el año 2017. Esta misión de la NASA está dirigida por investigadores de la Universidad de California-Berkeley (UCB), la meta de esta misión es “comprender los intercambios que existen entre la atmósfera de la Tierra y el ambiente espacial." Al igual que CINDI, ICON nos ayudara a aprender mucho más sobre lo que causa el centelleo del GPS y mucho más.

OSIRIS REX una mision de ida y vuelta a Bennu

La NASA lanzo una nave espacial, llamada OSIRIS-REX que visitará el asteroide Bennu, y regresará una muestra para contar el cuento.
El lanzamiento de OSIRIS-REx desde Cabo Cañaveral se llevo a cabo el 8 de septiembre de 2016. La misión orbitará, hará mapas detallados de su susperficie, recolectará muestras del asteroide Bennu, y lo regresará a la Tierra 7 años después.
Bennu fue descubierto en el año 1999 por el programa Lincoln de Investigación de Asteroides Cercanos a la Tierra (Lincoln Near Earth Asteroid Research o LINEAR, por su acrónimo en idioma inglés), que está patrocinado por la NASA. Bennu mide aproximadamente 503 metros (1650 pies) de ancho y pesa más de 60 millones de toneladas. Imagine una roca de la altura del edificio Empire State - ese es el tamaño aproximado de Bennu.
¿por qué traer una muestra de Bennu? Porque el asteroide es interesante debido a su composición rica en Carbon y amino acidos (elementos basicos para que se de la vida como la conocemos). Ademas tiene otras dos caracteristicas que lo hacen a Bennu el asteroide perfecto para la mision OSIRIS REX y es accesible para tomar muestras y a su tamaño hace que sea facil para la nave espacial de aceder a este.
Bennu es un asteroide primitivo y es rico en carbón. Los asteroides primitivos contienen material que no ha cambiado significantemente desde que se formaron, hace más de 4,5 mil millones de años. El análisis de cualquier material orgánico que se encuentre en Bennu proporcionará a los científicos un inventario de los elementos que existieron durante el inicio del sistema solar. Este material tan primitivo como el de Bennu se estima que pudieron haber tenido un papel importante en el origen de la vida en la Tierra y, he incluso posiblemente, en otros lugares mas alla de la Tierra.
El Dante Lauretta de la Universidad de Arizona, quien es el investigador principal de la misión OSIRIS-REx, dice que confeccionar mapas y tomar muestras de este asteroide “podría dar respuestas a las preguntas más básicas que se hacen los seres humanos, como: ‘¿De dónde venimos?’”.
Para llegar a Bennu, OSIRIS-REx llevará a cabo una serie de maniobras en el espacio profundo; primero, orbitará el Sol durante un año y luego en el 2017 usará el campo gravitacional de la Tierra para acelerar su trajectoria hacia Bennu.
La nave espacial pasará dos años sobre volando muy cerca la superficie de Bennu y sus cinco instrumentos tomarán imágenes del asteroide, documentarán su composicion, forma abultada e investigarán sus propiedades químicas y físicas.
En julio de 2020, OSIRIS-REx se acercará a Bennu y ejecutará su maniobra denominada “touch-and-go” (toco y me voy, en idioma español), o TAG, por su acrónimo en idioma inglés. Desde la nave espacial se extenderá un brazo mecánico que funciona como una combinación de pala-aspiradora para tomar muestras y palo saltarín. La nave espacial lentamente se acercará al asteroide hasta que la pala, hubicada en el extremo del brazo mecanico, toque suavemente y brevemente la superficie de Bennu. La maniobra se podra ejecutar hasta tres veces y OSIRIS-REx podría abandonar Bennu con aproximadamente 4,4 libras (2 Kg) del suelo del asteroide.
Los investigadores estan ansiosos de descufrar los misterios de Bennu tambien por otra razón. Bennu gira alrededor del Sol entre las orbitas de Venus y Marte, asi que seis años cruza la órbita de nuestro planeta y se acerca a la Tierra . En el año 2135, Bennu tendrá un encuentro especialmente cercano con la Tierra, osea mas cerca de la órbita lunar. Este acercamiento cambiará la órbita de Bennu y será más difícil predecir cuánto más cerca de la Tierra puede que llegue después de ese encuentro cercano. Lauretta dice: “Tenemos que aprender todo lo que podamos acerca de Bennu”.
Es bastante difícil predecir la trayectoria exacta de un asteroide como Bennu debido al efecto Yarkovsky. Bennu es un asteroide casi negro por lo tanto absorbe la luz del Sol y luego la expulsa en forma de calor, lo que actúa como un suave propulsor que gradualmente cambiaria su trayectoria, a este efecto se le llama el efecto Yarkovsky.
Edward Beshore, el principal investigador adjunto de la misión OSIRIS-REx, en la Universidad Arizona, afirma: “Obtendremos mediciones precisas del efecto Yarkovsky sobre Bennu mediante el seguimiento de OSIRIS-REx en su órbita alrededor del asteroide”.
Si todo sale como está planeado, OSIRIS-REx encenderá su motor principal en marzo del año 2021 y así comenzando su viaje de regreso a la Tierra. Las muestras llegarán en septiembre del año 2023, dentro de la cápsula de OSIRIS REX con pequeños trozos de Bennu, y aterrizara en el Área de Prueba y Entrenamiento de Utah (Utah Test and Training Range, en idioma inglés). A partir de ahi, la cápsula y su valioso contenido viajarán hasta el Centro Espacial Johnson (Johnson Space Center, en idioma inglés) de la NASA en Houston, TX, donde se efctuaran extensivos análisis de este primitivo asteroide primero por científicos de la misión y luego por científicos de todo el mundo.