jueves, 6 de octubre de 2016

Lunas sorprendentes

11 de marzo de 2016: Cuando comenzó la Era Espacial, hace más de 50 años, los exploradores estaban ansiosos por visitar los planetas del sistema solar. A medida que pasaron los años, sin embargo, los astrónomos se fueron dando cuenta de que las lunas del sistema solar pueden llegar a ser incluso más interesantes.
Muchas de estas lunas son “mundos de agua”, y los científicos planetarios, al igual que los golden retriever, siempre siguen el agua.
“En la Tierra, donde hay agua, hay vida”, dice Brian Day, del Instituto Virtual de Investigaciones y Exploración del Sistema Solar (Solar System Exploration Research Virtual Institute, en idioma inglés), de la NASA. “No importa si hierve como las fuentes termales ácidas que forman burbujas en el Parque Nacional Yellowstone o si es tan gélida como las aguas del Ártico”.
Concentrémonos en Encelado, una pequeña luna que flota justo afuera de los anillos de Saturno. Este diminuto mundo maravilloso posee un vasto océano subterráneo que podría resultar amigable para la vida microbiana. Ese océano está cubierto por una gruesa corteza de hielo. Sin embargo, la nave espacial Cassini, de la NASA, encontró a Encelado “muy ocupado” despidiendo penachos de vapor de agua, partículas de hielo y compuestos orgánicos a través de fisuras ubicadas en la cubierta externa congelada. Cassini en verdad ha volado a través de estos penachos algunas pocas veces tratando de husmear su composición.
Day afirma: “Los emocionantes resultados que aportó la nave espacial Cassini han puesto a los investigadores a diseñar posibles misiones para el futuro, las cuales brindarían análisis más detallados del agua de Encelado y de su apariencia para buscar potenciales signos de vida”.
Titán, otra de las lunas de Saturno, está cubierta de una gruesa atmósfera compuesta de nitrógeno y metano. Existe evidencia de que Titán, como Encelado, tiene un mar de agua debajo de su capa de hielo. Pero la glacial superficie de Titán está salpicada de lagos de metano y etano líquido.
Day destaca que: “Es el único cuerpo del sistema solar, diferente de la Tierra, con abundante líquido en su superficie”.
Los mares de Titán intrigan a los astrobiólogos. Aquí en la Tierra, nuestros mares están repletos de vida; y, en verdad, puede ser que la vida haya comenzado en los mares. ¿Qué clase de vida puede surgir de los alienígenas mares de Titán? El exótico medio ambiente de los mares de hidrocarburos podría enseñar mucho a los astrobiólogos sobre la química básica que resulta esencial para la formación de la vida.
Existen más mundos acuosos con cortezas heladas en Júpiter. Europa, Ganímedes y, quizás, Calisto, también muestran contundentes evidencias de océanos de agua líquida ubicados debajo de sus cortezas heladas. A Day le encantaría “zambullirse” en Europa.
“Este es un mundo grande; mucho más grande que Encelado e incluso más grande que cualquiera de los ‘planetas enanos’. El océano de Europa es una gran masa de agua con un sorprendente potencial para la vida”.
De hecho, Europa tiene el doble de agua líquida que la Tierra y, al igual que el agua de Encelado, podría ser accesible.
“Existe evidencia de que Europa puede tener erupciones periódicas de penachos de agua, similares a las que se observan en Encelado. Hemos visto lo que podrían ser icebergs sobre la superficie, que parece nieve derretida. Todo esto nos brinda pistas prometedoras de lo que yace debajo: un océano de agua líquida”.
Mientras tanto, orbitando a Júpiter, no lejos de Europa, se encuentra una clase de satélite completamente diferente.
“Io”, señala Day, “es el cuerpo de nuestro sistema solar que está más activo volcánicamente”.
Io obtiene su feroz calor del calentamiento ocasionado por las mareas; es decir, el interior de la luna se estira y se encoge debido a la intensa gravedad de Júpiter.
“Cada luna se estira y se encoge, y con un tirón diferente, lo que causa la variación en el calentamiento causado por las mareas. Al orbitar más cerca de Júpiter que las demás lunas galileanas, Io es la que más se estira; de allí su vulcanismo. Europa, que es la siguiente luna más cercana a Júpiter, se estira menos, seguida por Ganímedes y Calisto”.
Day continúa diciendo: “El calentamiento que se produce debido a las mareas es una fuente de energía que puede derretir el hielo y expandir el potencial para la existencia de la vida. Esto crea una ‘zona habitable’ entre las lunas de Júpiter, donde Europa se coloca directamente en el medio”.
Los planetas son emocionantes, pero en el sistema solar hay una cantidad todavía mayor de asombrosas lunas.

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