viernes, 9 de septiembre de 2016

¿Cómo va a buscar vida en Marte la misión ExoMars?

Será un viaje de siete meses por el universo hasta llegar a Marte. La aventura la iniciaron este lunes el satélite para el estudio de Gases Traza TGO (en inglés, Trace Gas Orbiter) y el módulo de descenso Schiaparelli, protagonistas de la primera misión del programa ExoMars, y buscará pistas para resolver ese interrogante que tanto inquieta al hombre: ¿ha existido vida en el planeta rojo?
El lanzamiento fue exitoso (sobre las 4:31 a. m. hora colombiana) desde el Cosmódromo de Baikonur, en Kazajistán. Detrás de este ambicioso proyecto están la Agencia Espacial Europea (ESA) y Roscosmos, la agencia espacial federal de Rusia, y representa un nuevo paso para el programa de exploración europeo y el despegar para los rusos, que no han tenido mayor éxito en sus programas sobre el planeta rojo.

De acuerdo con la ESA, esta primera parte de la misión, que se completará con el envío de un rover o vehículo de exploración en el 2018, servirá para probar nuevas tecnologías que abrirán paso al plan de recoger muestras de Marte hacia la década del 2020.
Deberá ser una misión de altísima precisión, pues una falla en los instrumentos o cualquier imprevisto del satélite en el camino hasta el cuarto planeta del Sistema Solar puede torpedear un esfuerzo científico y tecnológico que cuenta con un presupuesto de 1.300 millones de euros.
El satélite TGO –dijo la ESA– es la nave más grande enviada por la agencia a Marte, con más de 3.700 kilogramos de masa. Además –añadió–, es la primera vez que se utiliza una arquitectura de misión de este tipo, con una sonda que despliega un módulo de aterrizaje, desde las misiones Viking de la Nasa en la década del 70.
Silvia Bayón, ingeniera de sistemas del satélite, explicó en el sitio web de la ESA que el módulo de entrada –Schiaparelli– se tendrá que separar tres días antes de la llegada de la nave al planeta.
“TGO tiene que hacer una maniobra para no seguir una trayectoria de colisión con Marte y, tres días después, hace la maniobra de captura del planeta, que dura dos horas y consume la mitad del combustible”, añadió Bayón. Se trata de una técnica de aerofrenado, que lo pondrá en órbita a unos 400 kilómetros sobre la superficie marciana.
Por eso, todos los ojos estarán puestos en el orbitador que –según Bayón– traslada el módulo de descenso, se encarga de las tareas científicas y es la plataforma de comunicaciones entre Marte y la Tierra. Se estima que los mensajes pueden tardar hasta 24 minutos en llegar a nuestro planeta y en el 2017 la conjunción solar de Marte cortará toda comunicación durante un mes. Esto sucede porque el planeta rojo quedará ‘detrás’ del Sol desde la perspectiva de la Tierra.
Análisis de gases
La fase científica del TGO durará un año marciano, lo que equivale a 687 días terrestres. Y en esa labor de hallar si en el pasado hubo vida en Marteanalizará la presencia de metano en la atmósfera marciana, gas traza que en la Tierra tiene origen biológico o geológico, por procesos volcánicos. También estudiará otros gases, como vapor de agua u óxidos de nitrógeno.
Leo Metcalfe, responsable de operaciones científicas de ExoMars 2016, dijo en el sitio web de la ESA que hace 3.500 millones de años había agua líquida en la superficie de Marte y, posiblemente, también vida.
Según la agencia espacial, el planeta rojo y la Tierra empezaron teniendo condiciones similares y favorables a la vida, al principio del origen del sistema solar. Pero hace unos 4.000 millones de años, la superficie marciana comenzó a volverse más parecida a como la conocemos hoy y se transformó en un entorno hostil para la vida.
En varias misiones se ha hallado presencia de metano en la atmósfera de Marte. La ESA explica que la vida media de ese gas es corta en escalas de tiempo geológicas, por lo que al haber detectado su presencia periódicamente lleva a pensar que existe una fuente de emisión en la superficie que lo repone de forma regular. Ese misterio podría ser revelado por ExoMars.
Además, se encargará de realizar mapas del hidrógeno en el subsuelo marciano, que podrían ayudar a delimitar las zonas para la llegada de futuras misiones.
Planes de descenso
Una vez Schiaparelli se desprenda y se pose sobre suelo marciano, sus baterías le darían ‘vida’ por entre dos y ocho soles (días marcianos, que equivalen a 24 horas y 37 minutos terrestres).
Si bien la tarea de desprenderse, frenar y tocar suelo es un tremendo reto, el módulo de descenso también hará ciencia. Deberá medir –según la ESA– la velocidad del viento y su dirección, la presión y la temperatura cerca de la superficie y estudiar el campo eléctrico en la superficie marciana, así como la concentración de polvo en la atmósfera.
¿Recuerda esa tormenta de arena en ‘The Martian’? Aunque un evento de tal magnitud no pasaría en la realidad debido a la fina atmósfera, los investigadores esperan aprender más sobre la formación de las tormentas de arena en ese planeta.

No hay comentarios: